Querido Q’uo, este mundo está acuciado por reiteradas noticias acerca de graves conflictos, discordia y sufrimiento. Un ejemplo reciente lo tenemos en Europa, donde centenares de miles de refugiados han huido de los conflictos que aquejan a sus países de origen para ponerse a salvo, estar seguros y tener la oportunidad de una nueva vida. Hay una gran cantidad de energías que les dan la bienvenida a estos refugiados, pero también hay una gran resistencia e incluso, en algunos sitios, violentos ataques de xenofobia.
Hoy, nuestro enfoque principal trataría del significado y propósito de estos eventos. Estos catalizadores ¿se han diseñado, podría decirse, para servir como mecanismos de un catalizador global que afectase a muchos, si no a todos aquellos que vivimos dentro de la ilusión? O sea, este catalizador ¿nos haría tomar conciencia de nuestra identidad global, ayudándonos a encarar cuestiones difíciles acerca del amor y de quiénes somos?
El enfoque secundario de nuestra pregunta se refiere al servicio. Para todos aquellos que reaccionan ante estos difíciles momentos y deciden que quieren servir y desean irradiar amor, ¿cómo podrían atender las necesidades de los refugiados y de todos aquellos que sufren opresión? Es más, ¿qué podemos hacer realmente en nuestra vida diaria y en meditación para traer paz a este atribulado planeta?
(Jim canalizando)
Q'uo
Soy Q’uo y os saludamos a todos vosotros en el amor y la luz del Único Creador Infinito. Es un gran privilegio hablar esta tarde con vosotros en vuestro círculo de búsqueda. Hemos sido conscientes de vuestras preguntas, en vuestras mentes y vuestros corazones, y esperamos poder ser capaces de aportar un poco de comprensión a lo que os preocupa y que hoy trataremos. Querríamos pediros, como siempre, que uséis vuestra propio discernimiento personal al escuchar nuestras palabras, tomando aquellas que tengan sentido para vosotros y dejando el resto, pues no queremos ser un obstáculo para nadie.
Si pudierais hacernos ese favor, nos sentiríamos con más libertad para dar nuestra opinión —y subrayamos “opinión” porque es lo que tenemos por verdadero; no pretendemos ser fuentes infalibles de información. Como dijo uno de los grandes escritores de vuestra historia, el conocido como William Shakespeare: “Todo el mundo es un escenario,” y todas las personas son simplemente actores; Cada cual interpreta en su tiempo numerosos papeles y esto, queridos amigos, hemos visto que es verdad a lo largo de toda vuestra historia registrada, y hoy en día sigue siendo verdad, porque los eventos que suceden en vuestro planeta, todos y cada uno de ellos, tienen alguna relevancia para todas y cada una de las entidades que existen en estos momentos dentro de vuestra experiencia de tercera densidad.
Como sabéis, vuestro planeta está bien asentado dentro de la cuarta densidad en los reinos del tiempo/espacio de vuestros planos interiores. Hay un gran movimiento de energía de pensamiento hacia estos reinos desde muchos seres sobre la superficie de vuestro planeta, mientras las experiencias, los tiempos, las intensidades y las variaciones cambian y se incrementan, y se mueven de una entidad a otra, de un país a otro, permitiendo la ansiada expansión del centro de energía del rayo verde que será capaz de compartir su amor incondicional y su comprensión con todos los que habitan la superficie del planeta.
Este es el tiempo de la graduación, el tiempo de la cosecha en vuestro planeta, y todos los que están aquí en este momento tienen la esperanza y la capacidad de ser cosechados en la esencia de su alma. Sin embargo, cada uno ha proyectado en la ilusión de tercera densidad un fragmento de esa esencia con la esperanza de que las lecciones que quedan por aprender —y que pueden proporcionar la capacidad para graduarse— puedan aprenderse en el “corto plazo“, como diríais, de lo que queda de la tercera densidad en este planeta en concreto.
Así, cada entidad ha programado, por así decirlo, las oportunidades para aprender aquellas lecciones que permitan la apertura del chakra del corazón, y que el amor incondicional pueda moverse desde el rojo, a través del naranja, del amarillo, y hacia el rayo verde del corazón, y desde allí brillar hacia el exterior llegando a aquéllos cercanos a cada entidad. Como podréis suponer, hay varios niveles de éxito en este programa para abrir el chakra del corazón. Las entidades pueden programar cualquier tipo de experiencia que pueda imaginarse, y muchas otras que no podríais siquiera imaginar, con la esperanza de lograr la apertura del chakra del corazón.
Para muchas entidades, el aprendizaje se produce más a nivel de masas, por así decirlo. Estas entidades son aquellas que se encuentran dentro de las naciones de vuestra esfera planetaria que por lo general son descritas como del “tercer mundo”, lo que en términos generales de tercera densidad significaría un menor uso de los recursos disponibles del planeta, ver limitada de algún modo la necesidad de expresión individual y una expresión, por así decirlo, dictatorial de gobierno, lo que podría, a su vez, causar alguna clase de agitación en el seno de diversas culturas que sienten el surgir y el despertar de la necesidad de expresar las libertades individuales y personales. A medida que esas libertades encuentran ataduras y límites en el seno del entorno cultural aceptado por un gran número de entidades, aquellas porciones de dicha cultura que se sientan más oprimidas comenzarán su expresión de rebelión como, de hecho, este mismo país en el que ahora existís tuvo la necesidad de rebelarse hace muchos de vuestros años en lo que se ha mencionado en la sesión de esta tarde como “el disparo que se escuchó en todo el mundo” .
Así, todas las entidades en algún momento de su experiencia encarnada, encuentran la necesidad de expresar las libertades individuales y personales de cualquier manera que les sea posible. Cuando no es posible hacerlo de manera normal y rutinaria dentro de la ilusión de vuestra cultura, entonces se producen lo que podrían llamarse sublevaciones, la guerra de guerrillas, etc. Vemos que dentro de muchos de los países que ahora están ofreciendo sustento a los llamados inmigrantes —las muchedumbres que están abandonando su tierra debido a las luchas internas y la guerra civil como diríais, y que se hallan desplazándose hacia aquellas áreas de ansiada seguridad dentro de la expresión cultural que llamaríais el continente Europeo— hacemos notar que por medio de esas entidades viene la oportunidad de acoger a aquellas almas que buscan seguridad, que están viajando en esa dirección con la esperanza en el corazón y muy poco más que su ropa a cuestas. Y ahí está la oportunidad para expresar la energía del chakra del corazón, aceptando a estas entidades, o no, como en el caso de muchos dentro de la división de los estados de esa área [Europa] que han declarado que tal cosa no ocurrirá.
Tenéis, de hecho, un gran número de entidades dentro de vuestra esfera planetaria que en estos momentos han sido llamadas para aprender una gran lección, conocer si los principios que se enseñan dentro de los sistemas religiosos de cada cultura en cada país son en efecto los que se practican en esa misma cultura, o si quizás se ignoran. Si tal vez el centro de energía del rayo verde permanecerá cerrado del mismo modo que las fronteras de ciertos países o estados, o si existe la posibilidad de una apertura del chakra del corazón a un nivel lo bastante grande como para recibir a un gran número de entidades que no tienen a qué aferrarse para obtener el sustento diario y la futura expresión de la libertad y un hogar, correspondientes a una vida en circunstancias más normales.
Esta es la gran prueba para la población de vuestro planeta en estos tiempos, prueba que podría compararse al examen final al que muchos deben someterse dentro de vuestro sistema educativo al finalizar el año escolar. Esto, queridos amigos, es el gran examen del corazón; si puede o no abrirse a aquellos a los que se les llama extranjeros, a aquellos que algunos denominan un peligro. Si puede verse que —al igual que reza la canción que habéis sintonizado antes de comenzar la sesión— ¿es Dios realmente uno de nosotros? El Creador, ¿está observando lo que ocurre desde algún lugar, o bien está entre vosotros, en vuestro interior, experimentando todo lo que sentís, veis e imagináis?
Queridos amigos, creemos que vosotros conocéis la respuesta a esta pregunta. De hecho, el Creador está en el interior de todos. Todas las entidades en este planeta son expresiones del Único Infinito Creador que ha aprovechado esta oportunidad para otorgar libre albedrío a cada una de sus partes para que las lecciones puedan manifestarse y aprenderse, y los frutos del aprendizaje de dicha experiencia puedan ofrecerse al Creador como un medio por el cual pueda conocerse a sí mismo en formas que no serían posibles sin que el libre albedrío se ejerciera de la forma en que ahora lo hace.
No os quepa duda ni error, pues de hecho no existen los errores, de que el Creador puede aprender de todas las decisiones tomadas por cada entidad sobre la superficie del planeta. Algunas de las lecciones que se aprenden podrían ser que, en algunas situaciones, algunas entidades sólo sean capaces de ofrecer una cantidad limitada de energía del rayo verde a los que parecían lo bastante diferentes de ellas como para negarles esa energía universal de aceptación, de comprensión y de tolerancia. Podría ser necesario para la mayoría de las entidades sobre el planeta el tener que repetir este gran ciclo de aprendizaje en otro planeta de tercera densidad, si no pudieran aprender dichas lecciones aquí. De hecho, gran parte de la población de este planeta ha sido transportada al ciclo actual en este planeta proveniente de otros donde no llegaron a aprender estas lecciones.
Nuestra gran esperanza reside en que muchas entidades sobre la superficie de este planeta sean capaces de mirar en lo más profundo de sus corazones y den acogida a otras entidades; que el abrazo familiar pueda llegar más allá del hogar, más allá de la comunidad, más allá de la región o incluso del país, que todas las entidades, finalmente, puedan ser vistas como el Ser, vistas como el Creador. Somos conscientes de que esto no es probable, queridos amigos, sin embargo, siempre es posible, y esperamos que cada uno de vosotros podáis, literalmente, recibir esas lecciones del corazón, y encontréis dentro de vuestro propio corazón el camino del servicio a los que os rodean como expresión de vuestros verdaderos sentimientos hacia el Único Creador.
Nos gustaría, en este momento, transferir este contacto al conocido como Steve, para que podamos abordar la segunda parte de la consulta de esta tarde. Se nos conoce por vosotros como aquellos de Q’uo; transferimos el contacto en este momento.
(Steve canalizando)
Soy Q’uo, y estamos con este instrumento. Quisiéramos comenzar agradeciendo a este instrumento por el cuidado con el que nos pone a prueba antes de nuestra comunicación, ya que a nuestro entender hay muchas voces que desean mezclar su voz con la nuestra, y no todas ellas están dispuestas a servir al Único Creador de la misma manera y con la misma polaridad con la que nosotros hemos elegido servir, y así, damos la bienvenida al discernimiento y a la decisión de hacer presentes únicamente a aquellas energías que resuenen con un corazón abierto. Somos, nosotros mismos, criaturas de corazón abierto, y damos la bienvenida en nuestros corazones a aquellos que buscan de igual modo.
Volviendo a la pregunta de cómo uno puede integrar, digamos, el catalizador que llega a escala planetaria con el catalizador que forma parte del “reparto diario”, por así decirlo, creemos que estaría bien que tuvierais en cuenta que estáis viviendo en un ambiente claramente diferenciado si consideramos los diversos caminos de búsqueda, y como bien sabéis, no todos los caminos comparten la misma aspiración fundamental, ni la misma polaridad.
Están los que buscan al Creador descuidando la apertura del corazón. Estos individuos se hallan dispersos a través de vuestros complejos sociales de tal modo que a menudo complican y confunden la trayectoria de búsqueda que es perseguida por aquellos que desean formar grupos de búsqueda coordinándose unos con otros. [A menudo los primeros son] los que tienen responsabilidades en la organización de vuestros complejos sociales, aquellos de vosotros que participan en la así llamada vida política.
Las dinámicas que surgen como resultado de la interacción de individuos, de grupos, de estados, de la religión; de personas con lenguas, tradiciones culturales y orígenes étnicos tan diversos; pueden generar una cierta sensación de caos en la experiencia a la que tienen acceso todos los que habitan este planeta, y nunca había sido este caos tan dramático y tan generalizado como lo es ahora.
Hasta cierto punto, cabe esperar que en el momento de transición de cualquier planeta de tercera densidad se produzcan cierto grado de desorden y confusión, porque se trata de un momento de apertura en el que muchos patrones de energía que durante eras han adoptado una forma cerrada, comenzarán a fragmentarse, comenzarán a perder su dominio, comenzarán a tomar formas nuevas e inesperadas; y eso, por sí solo, puede ser desconcertante para aquellos que viven en tiempos turbulentos.
Cuando a este hecho se añade que, al tratarse de un planeta sometido a una cosecha mixta, los sentidos de marcha no van a ser todos los mismos, y cuando los compromisos fundamentales de la búsqueda espiritual parecen estar en desacuerdo, se llega a un nivel de confusión mucho mayor todavía, y algo que hemos observado en este planeta, en el que actualmente disfrutáis vuestra experiencia vital, es que es particularmente conocido tanto por su amplia variedad de tipos de energías como por la experiencia de verse sometido a energías contrapuestas. Existe, como diríais, una “leal oposición” muy activa, y esta oposición no se limita a los planos terrestres.
Tratar con ello puede resultaros bastante difícil, especialmente cuando sucede que almas inexpertas que abren sus corazones por primera vez descubren que se les ofrecen oportunidades de servicio que realmente están en total desacuerdo con su intención fundamental, y así pueden tener la impresión de que sirven a la totalidad, sirven al Creador, y sirven a sus compañeros de búsqueda mejor cuando emprenden actividades que a la mayoría de los demás les parecen bastante hostiles. Esto podría parecerles una forma genuina de servicio, y si la búsqueda espiritual es particularmente intensa, y el discernimiento no es lo suficientemente fuerte, nos podemos encontrar con que esas almas impetuosas expresan la fuerza de su búsqueda de formas realmente bastante destructivas.
Ahora nos gustaría pediros que consideréis una analogía. Sería hacer una analogía entre las circunstancias del caos planetario y las circunstancias similares de caos individual o personal que puedan ocurrir durante los momentos de transición, en los patrones de vida individuales. Cuando uno sufre cambios en la personalidad, sucede casi inevitablemente que ciertos patrones antiguos de comportamiento han mostrado claramente que ya no son de utilidad, y que sería bueno para la personalidad el ser capaz de desprenderse de ellos a fin de pasar a una configuración más robusta o saludable. Sin embargo, estas características antiguas de la personalidad; esos viejos patrones de comportamiento o formas que a lo largo de los años han sido investidas de una cierta energía; esa energía, tiene vida propia, si lo preferís. Es como si hubiera una pequeña entidad poseedora que ha aprendido a vivir dentro de un organismo huésped más grande, y después de haberse aposentado en ciertas partes del organismo, es reacia a abandonar su hogar, es reacia a renunciar a la autoridad que disfruta ejerciendo dentro de esta porción del ser personal.
Una energía posesiva como esa, si podemos llamarla así, es muy probable que oponga resistencia cuando se le pida que libere ese dominio que ha guardado celosamente durante tanto tiempo, y es muy capaz de comportarse, aparentemente, de modo antisocial, de modo contraproducente en relación al bienestar total del organismo. Es muy capaz de enviar señales de peligro, y de tratar de convencer al ser que hospeda, de que los cambios en esa área que éste ha decidido realizar puedan ser de hecho propuestas muy arriesgadas, puedan ser muy peligrosas, no sólo para sí mismo sino también para los que le rodean, y para su entorno social.
De hecho, toda oportunidad que pueda invocarse en defensa de la pequeña área de influencia que esta energía residual del ser ha resuelto defender, será vista como vital para la propia supervivencia y será expuesta como necesaria para el futuro bienestar del organismo. Y puede originarse una situación en la que una de estas dos cosas sea posible:
En primer lugar, se puede rechazar esta porción del ser que pide reconocimiento a gritos, y sacrificarla en el altar del progreso, por así decirlo.
La segunda vía es la de la aceptación de esta porción del ser que clama por ser aceptada, y permitirle que diga lo que siente durante el tiempo que necesite hasta que le sea posible entender que no va a verse amenazada por los cambios que se plantean y que, de hecho, han avanzado hasta el punto en que ahora son inevitables.
Nos parece, queridos amigos, que la segunda vía es la más útil para aquellos que desean abrir el corazón, pero debemos admitir que esta segunda vía representa, en muchos aspectos, un reto mayor, porque requeriría que tomaseis aquellas porciones del ser, aquellas partes de vuestra personalidad que han aprendido a vivir entre sombras, que han aprendido a abrazar las sombras, que han aprendido a amar las sombras, y que han aprendido a hablar desde las sombras; y llamarais a estas partes del ser como partes de vosotros —reconocer a estas partes del ser como partes de vosotros, aceptar estas porciones del ser que ahora os parecen inaceptables como, de hecho, aceptables.
Ahora bien, eso no quiere decir que ahora os sintáis inclinados a celebrar a esos diablillos maliciosos que moran en el interior de vuestra personalidad; eso no quiere decir que deseéis abrazar —como si de ello dependiera vuestro propio desarrollo futuro— a cualquiera de esas oscuridades extraviadas que aún residen dentro de vosotros, sino que estas voces que expresan su angustia son voces que también están necesitadas de amor. Son voces que piden, no ser juzgadas con dureza, sino que se les dé espacio, que se les dé escucha, que se le permita expresar sus agonías de modo que cuando el eco de sus gritos de angustia finalmente se extinga, estas voces puedan comenzar a dirigirse a una fuente más profunda, y encuentren que existen modos de expresarse diferentes que comienzan a serles accesibles, de tal forma que en ese coro de voces que es cada ser, puedan verse surgir lentamente —y hacemos hincapié en este punto, lentamente— nuevas armonías.
En ese proceso puede verse aparecer una personalidad más completa, una personalidad que está menos a la defensiva en dos frentes: uno, el frente de las relaciones externas con la sociedad en su conjunto, o con otros dentro de la sociedad; y dos, el frente que se ocupa de esas energías dentro del yo y que han sufrido durante mucho tiempo restricción, represión y rechazo. Una personalidad menos a la defensiva es más capaz de expresar, en el modo de corazón abierto, quien es, y más capaz de permitir que los demás encuentren su manifestación en su interior, en el sentido de:
¿Quién soy yo?
Yo soy más de lo que nunca hubiera imaginado que pudiera ser.
Yo soy tú.
Y descubro que tú, además, eres yo.
Ahora bien, hemos de admitir que éste no es un ejercicio fácil. Y se hace mucho más difícil cuando nos encontramos con otros de nuestro entorno que no parecen compartir el mismo compromiso con la sanación, no parecen compartir el mismo compromiso con la apertura de un corazón que ofrece hospitalidad.
Por lo tanto, una cosa es abrir la puerta y proporcionar sustento, calor, y aceptación cuando nos encontramos con el desconocido que tiene hambre, el desconocido que tiene frío, el desconocido que se halla perdido, el desconocido que está triste. Y otra cosa es lidiar con aquellos que no llevan la intención de aceptar de buen grado la bienvenida que se les ofrece, sino la de derrotar al dueño de la casa, de alterar el orden existente, de lograr la dominación sobre los demás, de introducir al tenebroso desconocido del miedo en el colectivo social.
No restamos importancia a la dificultad asociada a esta última posibilidad, ya que es una dificultad que resuena en muchos niveles a lo largo de la creación y no se limita a vuestra experiencia planetaria. Pero en vuestra época de transición, revela el gran desconcierto que se produce cuando aquellos cuya inclinación general es a abrir el corazón se encuentran con corazones que no tienen intención alguna de abrirse, y, de hecho, llevan toda la intención de hacer todo lo que puedan para evitar que otros corazones alrededor suyo puedan abrirse.
Cuando os enfrentáis a una energía tan adversa, es una reacción habitual la de retroceder con horror, organizar las defensas y e incluso adoptar una postura agresiva ante aquellos que han exhibido las energías de la guerra. Nos entristecemos con vosotros, queridos amigos, de que hasta cierto punto este repliegue defensivo parece necesario; pero debemos advertir que tenéis a vuestra disposición un gran poder de discernimiento, para así poder comprobar que allí donde se ofrezca una energía, si se polariza hacia lo negativo, no tenga ninguna oportunidad de poneros en un compromiso.
Pero también podéis observar que hay muchos ejemplos a vuestro alrededor de aquellos que, como vosotros, están tratando de abrir el corazón, pero que vacilan bajo el peso de un catalizador tan pesado, y han comenzado a retroceder en contra de este catalizador de una manera tal que parecen compartir el carácter de ese catalizador al cual se oponen, es decir, que parecen adoptar precisamente la negatividad que rechazan.
Para estar seguro, se necesita, como decimos, discernimiento para saber qué respuesta dar ante un corazón abierto frustrado, y qué iniciativa tomar ante una acometida de energía negativa que pretende conseguir control o dominio. Esto último, os recordamos que es relativamente raro en comparación con el anterior. Y por ello os invitamos a considerar que no es bueno formular un juicio contra aquellos entre los cuales os halláis, debido a que lo que sucede es simplemente que han adoptado un punto de vista distinto al vuestro, o han respondido de un modo más dramático, podríamos decir, o quizás con mayor hostilidad hacia un catalizador bastante traumático que parece ser de procedencia extremadamente negativa.
Los que responden de este modo, sin duda están descubriendo en su interior antiguas resonancias de su yo en la sombra que les ha acechado a lo largo de generaciones. Están descubriendo sin duda estos pequeños focos de energía negativa que ellos mismos han albergado, y no hay duda de que están permitiendo que esos focos de energía negativa sean activados por el catalizador que se les ofrece.
Sin embargo, eso no quiere decir que estas almas que de tantas otras maneras os acompañan en vuestra búsqueda deban ser despreciadas, deban tirarse al vertedero de la humanidad, deban ser rechazadas o severamente juzgadas, porque ¿quién hay entre vosotros sin un pequeño foco de energía negativa, y quién puede decir qué catalizador será capaz de activar inesperadamente esos pequeños focos de energía negativa? Os pedimos que consideréis qué es lo que podría sanar a esos focos.
En este sentido, el principio más importante es aquel que dice simplemente que la negatividad engendra negatividad; juicio engendra juicio; y así, cuando un amigo, un compañero de búsqueda se abandona a un estado de reactividad, de ira, de horror, de odio, lo peor que podéis hacer es reaccionar a la reacción, odiar al odio, porque eso simplemente permitirá que las emociones de connotación negativa sigan reverberando a través de las eras, al igual que lo han hecho en vuestro complejo de energía social.
La sanación es un evento que tiene lugar poco a poco. Tiene lugar en la moderación y en la quietud que pueden descubrirse cuando uno se da cuenta de que las diferencias no representan, por sí mismas, una amenaza; que al igual que la Creación es grande y diversa, y el espectro de color produce infinitos tonos con cada mezcla y cada matiz, así también el modo de proceder de los seres humanos es infinitamente variado. Y dentro de esta diversidad todavía hay integración posible justamente en la medida en que las diferencias se celebren, las diferencias sean bienvenidas, las diferencias se acepten incluso cuando se nos presentan explícitamente como inaceptables.
Pocas experiencias planetarias son tan desafiantes en su propia naturaleza y en la estructura de un catalizador tan abundante como aquella cuya experiencia ahora compartís y de la que parcialmente formáis parte. Es una meditación saludable el considerar que hasta la última porción de la experiencia planetaria es parte de un todo que, en la plenitud de los tiempos, será sanado. Se invitará hasta la última voz a cantar en el coro.
Sin duda, hace falta un oído afinado para comenzar a escuchar el eco de la celebración coral que surgirá y llenará los mismos cielos. Quizá sea mucho esperar que os pongáis la tarea de vivir cada momento de cada día con este sonido oyéndose de fondo alegremente, pero da algo que pensar; puede que sólo sea una esperanza que se lleva el viento, puede que sea como el fugaz aroma de una tarde de verano, pero es un pensamiento que en tiempos difíciles puede proporcionaros algo que os sustente, lo suficiente, para que superéis esa situación. Y cuando a esa situación aceptada con alegría se añade otra situación asimismo aceptada, empezaremos a ver que las preocupaciones de cada día son más livianas, y empezaremos a ver que ese catalizador tan denso, aunque siga siendo difícil, sin embargo, se puede sobrellevar.
Vemos a muchas almas valientes en vuestro planeta luchando bajo cargas increíblemente difíciles, y sin embargo, de vez en cuando, puede verse una sonrisa fugaz en el rostro de todas esas almas valientes, y allí, queridos amigos, es donde está la esperanza. La esperanza radica en no condenar aquello que es injusto del planeta, sino en darnos cuenta de que al final todos son uno. Tú, que puedes parecerme injusto, y yo, que puedo parecerte injusto a ti, en la aparente distancia entre nosotros, somos uno.
Somos aquellos de Q’uo y nos alegramos mucho de acompañaros en vuestra búsqueda, porque también nos da la oportunidad de profundizar en nuestra propia búsqueda, e incluso se nos ofrece la oportunidad de transmutar la tristeza en alegría. Es un proyecto que queremos compartir con vosotros en este momento, y os damos las gracias por concedernos una breve presencia en vuestro mundo, y por la oportunidad de apreciar los bellos esfuerzos que estáis realizando dentro de este círculo de búsqueda porque, queridos amigos, éstos esfuerzos son un faro de esperanza que luce en los mismos cielos.
Os damos las gracias, queridos amigos. Somos aquellos de Q’uo y en este momento quisiéramos dejar este instrumento y volver al conocido como Jim para averiguar si hay más preguntas todavía en la mente de los que aquí buscan. Soy Q’uo. Adonai, queridos amigos, Adonai.
(Jim canalizando)
Soy Q’uo y estoy de nuevo con este instrumento. Quisiéramos preguntaros si hay alguna pregunta más de la que podamos hablar, ya que este instrumento tiene algo de energía de reserva. ¿Hay alguna otra pregunta en este momento?
Gary
Sólo una Q’uo. El errante ¿cómo puede dar respuesta a todo el caos, la violencia, las conspiraciones, y las energías del servicio al yo, en una palabra, a todas las malas noticias, de tal modo que lleve a cabo su función principal de aligerar e iluminar la vibración planetaria, y pueda servir a los demás como faro o como pastor?
Q'uo
Soy Q’uo y estoy al tanto de tu pregunta, querido hermano. Es una consulta que merece la pena considerar, porque las entidades dentro de este círculo de búsqueda pertenecen a la categoría que llamaríais errantes, y cada uno se pregunta a sí mismo cómo llevar a cabo su misión particular, podríamos decir. Cada uno ha encarnado en esta esfera planetaria con el fin de ayudar, principalmente añadiendo sus propias vibraciones de luz, de manera que las vibraciones del planeta mismo en su manifestación de falta de armonía se aligeren e iluminen y su gravedad se vea reducida, por así decirlo.
Cada errante tiene también la tarea específica de encontrar un camino mediante el cual él mismo pueda evolucionar, no sólo a través del servicio hacia el planeta en general, sino hacia aquellos con los que se relaciona de modo especial durante sus actividades del día a día. Recomendamos la utilización, una vez más, del estado de meditación con el fin de explorar lo que cada uno siente como la principal posibilidad de aprendizaje al servicio de los demás, y explorar hasta qué punto uno está firmemente concienciado para ese servicio en particular, sus ramificaciones y su manifestación dentro del ser. Y después procurar manifestar completamente la expresión de ese servicio.
Cuando observemos que las noticias de actualidad son, por así decirlo, alarmantes y carentes de armonía en grado sumo, podemos enviar vibraciones luminosas de sanación y amor a esas áreas o entidades que lo necesiten, o incluso podemos enviarlas a todo el planeta, porque lo que se ve en las noticias es sólo una pequeña parte de las dificultades que se manifiestan a escala planetaria. Podemos mantener los ojos abiertos, por así decirlo, a las oportunidades que se nos puedan presentar, porque las casualidades verdaderamente no existen, y esas oportunidades para ser de servicio de un modo más amplio pueden, si son apropiadas para vuestro ser, encontrar su camino hasta vosotros, y así podáis, digamos, dar energía a las actividades de vuestro vehículo físico, a los medios económicos por los que la energía se ofrece, o de cualquier otra forma; creando poesía, creando música, creando un entorno que sirva de apoyo a aquellos que necesitan ayuda en cualquiera de las numerosas situaciones por las que esas entidades no alcanzan a obtener sustento y vitalidad en su día a día.
No hay una regla establecida en este sentido. Cada uno debe darse cuenta de que lo que es más apropiado de hacer para cada uno encontrará su camino hasta vosotros pues, insistimos, no hay ninguna duda de que todo ha sido planeado como una oportunidad antes de encarnar para que todo pueda lograrse si uno, por así decirlo, presta atención.
¿Hay alguna pregunta más, querido hermano?
Gary
No, gracias, Q’uo.
Q'uo
Te damos las gracias, querido hermano. ¿Hay alguna otra pregunta en este momento?
[Larga pausa]
Soy Q’uo, y ya que parece que hemos agotado las consultas por esta noche, queremos expresar una vez más nuestro gran agradecimiento a cada uno de los presentes en este círculo de búsqueda por compartir su amor y su luz con nosotros, y por darnos la oportunidad de participar dentro de vuestro círculo de búsqueda. Este círculo está, de nuevo, generando un gran rayo de luz que llega a los cielos cuajados de estrellas más allá de donde alcanza la vista.
Os damos las gracias por vuestra dedicación al servicio, por vuestro deseo de llegar más lejos con vuestro servicio, y por los corazones abiertos que existen dentro de este círculo. Se nos conoce como aquellos de Q’uo. Vamos a despedirnos de este instrumento y de este círculo de búsqueda en este momento. Os dejamos a cada uno, como siempre, en el amor y en la luz del Único Creador Infinito. Adonai, queridos amigos, Adonai.