Nuestra pregunta de hoy proviene de nuestra amiga, Lana, y hace referencia a dos citas de Ra que se han leído previamente, y su pregunta es: “Estoy confundida acerca de la secuencia de activación y su enfoque. El buscador espiritual, ¿debe centrarse primero en el Creador, la unidad, el amor, la luz y la alegría, y sólo después concentrarse en despejar los bloqueos de los centros de energía inferiores y equilibrar el yo? Esto resulta confuso porque Ra parece indicar que los bloqueos de los centros inferiores pueden impedir los esfuerzos para buscar la Ley de Uno por un lado (15.12), pero por otro lado indica que la Ley del Uno debe anteponerse (52.11). ¿Nos lo podríais aclarar? 1

(Canaliza Jim)

Soy Q’uo, y estoy con este instrumento. Os saludo en el amor y la luz del Creador Uno Infinito, del que todos somos parte. Esta tarde vemos buscando a muchos corazones unidos como un solo corazón al ofrecernos responder a esta consulta, aclarar las dudas y mejorar lo que podríamos llamar comprensión. Es un gran honor estar hoy con vosotros. Os agradecemos vuestra invitación. Como siempre, os pedimos un favor, y es que aceptéis las palabras que os ofrecemos que os resulten útiles y las uséis como queráis, dejando atrás aquellas que no os sean de utilidad. Esto nos permitirá hablar con más libertad, porque no somos ninguna máxima autoridad acerca de tema alguno que pudierais considerar, sino que somos aquellos que, como vosotros, hermanos y hermanas, recorren el camino largo y polvoriento hacia el Único Creador, avanzando densidad tras densidad, experiencia tras experiencia, y aproximándonos cada vez más a lo que siempre somos en todo momento, el Único Creador. Y sin embargo, ese progreso para conseguir nuestra unión con el Uno, es el progreso del buscador espiritual que busca saber cada vez más acerca de cómo puede obrar la unidad en su propia vida, y cuán eficaz es la manera de lograr la unidad conforme se procesa el catalizador en la experiencia diaria, experiencia que podría almacenarse y utilizarse a lo largo del viaje.

Hoy preguntáis acerca de las prioridades—acerca de si es más importante concentrarse en el concepto general de buscar y servir al Único Creador en todo momento, o si es más importante trabajar en los centros de energía a través de los cuales la energía inteligente del Único Creador se mueve cuando puede hacerlo, cuando no hay bloqueo.

Queridos amigos, vivís en una ilusión que tiene un pasado, un presente y un futuro. Vuestra tercera densidad es la única ilusión que tiene estos tres aspectos de lo que podríamos llamar “el eterno presente”, porque nosotros mismos vivimos en este presente eterno, en los reinos del espíritu, como vosotros los llamáis, en los que todo es visto como unidad, en la cual el amor es la fuerza que da forma al universo, que está hecho de luz. Aquí no es tan difícil confundirse acerca de qué hacer o cómo ser. Sin embargo, en vuestra ilusión, estas cuestiones son importantes, ya que debéis centrar vuestra atención en una cosa cada vez, conforme transcurre el tiempo, con objeto de ser eficaces al emplear vuestra energía—la energía inteligente, que es el don que el Creador os da cada día, aquello que os ilumina, que da energía a vuestro cuerpo, inspiración a vuestra mente, que da a vuestro espíritu su propio ser.

Por eso, quisiéramos sugeriros que meditéis con regularidad para que así descubráis, por vosotros mismos, cual es el asunto más importante, digamos, en vuestra lista de cosas espirituales por hacer. Somos conscientes de que vuestro mundo funciona a base de listas y cosas por hacer. Por eso usamos esta analogía al hablar con vosotros, porque sabemos que habéis elegido conscientemente buscar lo que vagamente se llama la verdad, y deseáis saber cómo hacerlo bien. Porque cada cual, a veces, siente que no tiene demasiado éxito en la búsqueda en este camino, el del peregrino consciente. Hay dificultades que cada cual afronta en su rutina diaria, dificultades que a veces no parecen tener fin, y nosólo no tienen solución, sino que sobrevienen más dificultades. Si uno es un ser espiritual, ¿cómo puede seguir sin resolverse lo que resulta tras dedicarle cuanto menos amor, luz, consciencia, intención, buena voluntad?

Os sugerimos la meditación porque, queridos amigos, cada uno de vosotros ya tiene todas las respuestas que buscáis dentro de su ser. Esto lo proponen muchos, lo conjeturan algunos, pero lo hacen muy pocos. Esto es más que una simple frase, más que un “gancho” inspirador, digamos, para haceros avanzar a lo largo del camino. No, queridos amigos, esta es la piedra angular sobre la que cada uno de vosotros construye una encarnación. Cada uno de vosotros, antes de esta encarnación, se plantea una serie de elecciones que le permitirán aprender lo que desea aprender. Porque antes de encarnar vemos con claridad lo que ha pasado antes, lo que nos aguarda en el futuro, lo que existe en el momento, y miráis aquello que necesitáis para que se desarrolle vuestro entendimiento, digamos, dentro de la experiencia de tercera densidad—esta comprensión que os permitirá ser cosechados en la cuarta densidad del amor y la comprensión, si tenéis éxito al reconocer esas elecciones previas a la encarnación, aprendiendo de ellas a través del catalizador que os llega cada día, y manifestándola en vuestro comportamiento, en vuestros pensamientos y en vuestras palabras.

Así, en meditación podéis preguntaros: “¿Hoy qué debo hacer con mi asignación diaria de prana, de energía inteligente, de inspiración del Único Creador?” Y comenzad con estas meditaciones para descubrir una pauta que exista dentro de vuestros centros energía, bien sea en relación a otra entidad; en relación a un grupo de entidades; en relación a toda la Creación; en relación a vuestra capacidad para ofrecer aceptación, liberación e inspiración a todos aquellos que os rodean; en relación al contacto de vuestro propio ser, digamos, con el Creador que lleváis dentro, tal vez en la forma de vuestro yo superior, de vuestro complejo mente/cuerpo/espíritu en su totalidad. Estos son los medios por los que podéis contemplar vuestros centros de energía como áreas para estar disponibles, áreas de participación, áreas de expresión, áreas de inspiración. Y sin embargo, mientras estáis haciendo esto, estaría bien contemplar también el cuadro general, la experiencia de vida que tenéis ante vosotros, la que ha transcurrido antes de este momento, la que existe en este momento, y ved si podéis encontrar ahí al Único Creador. O, si eso de momento resultara ser un reto demasiado grande, buscad el amor, porque ese es el reto de la ilusión de tercera densidad, encontrar el amor en todo momento, porque está ahí, queridos amigos—la Creación está hecha de amor, está creada desde el amor.

Os sugerimos, entonces, que os consideréis a vosotros mismos como una entidad que puede destinar su gasto diario de energía en varias direcciones, de acuerdo con su propia estimación de donde estriba o se manifiesta la necesidad, y hacerlo dentro de un marco general que busque servir al Único Creador en todo momento, en todo lo que hacéis. No es necesaria la separación entre la búsqueda y el servicio al Único Creador, y el desbloqueo de los centros de energía. Ésta es una representación general y simplista de lo que podríamos llamar el “esqueleto” de una respuesta a tu consulta.

En este momento, vamos a transferir este contacto al conocido como Steve, y esperamos que, a través de este instrumento este esqueleto, en cierto modo, gane musculatura. Somos aquellos de Q’uo. Ahora transferimos este contacto al instrumento conocido como Steve.

(Canaliza Steve)

Soy Q’uo, y estamos con este instrumento. Comenzaremos por darle a este instrumento una máxima sencilla, y al analizar esta máxima trataremos de hallar, como hemos sugerido, carne sobre el hueso. La máxima es sencillamente esta: que en el corazón de la Creación está el Creador. Por lo tanto, no hay nada en la Creación que carezca de corazón. Saber esto es haber llegado a una verdad que puede ser ilusoria, porque ¿acaso no es cierto que cuando estáis atenazados por el miedo, cuando estáis atrapados en una situación de desavenencia con alguien próximo, cuando os veis perdidos en una circunstancia de tipo social que os zarandea de un lado a otro—¿no es verdad entonces que no sois capaces de encontrar este corazón? ¿No es verdad entonces que la verdad del Creador os esquiva?

Ahora bien, como sugerencia, quizás sepáis la verdad contenida en la máxima que os hemos ofrecido, en el corazón de la Creación está el Creador, y podáis llevar con vosotros esta máxima al emprender el día. Pero, ¿quién es este Creador? Vuestra mente busca en vano una definición adecuada. Vuestros sentimientos a menudo tantean en vano tratando de encontrar el modo de relacionarse con el Creador. Y así, el gran misterio de la creación se despliega dentro de vosotros mismos, en el sentido de que nace el empeño 2, o el deseo, digamos, de avanzar en esa dirección para buscar aquello que no se conoce del todo, no se conoce lo suficiente como para poder saber qué es lo que se busca, qué es lo que podría satisfacer esta búsqueda.

Creemos que dentro de este grupo hay una comprensión notable de los centros de energía. Sois conscientes de que existe, como centro basal, lo que hemos denominado el rayo rojo, y que el rayo rojo, si está bloqueado, impide que la activación avance hacia una configuración más alta. Por poner un ejemplo sencillo, podéis daros cuenta de ello cuando os encontráis en una situación de temor, en la que no sois capaces de participar en una comunicación interpersonal tranquila, sosegada e inspiradora. Eso ofrecería una posibilidad de explorar vuestra personalidad, que se halla bloqueada. De igual modo, diríamos que esta comunicación, a la que solamente hemos hecho referencia, y que podría adscribirse al nivel del rayo naranja del ser, si no es armoniosa, si hay alteración, bloqueará a su vez vuestra capacidad de avanzar hacia una relación mejor organizada y de mayor complejidad con vuestros conciudadanos. Y es ésta última función la que diríamos que define al rayo amarillo. Sólo cuando toda perturbación del rayo rojo, todo el miedo y la lujuria que os puedan sobrevenir a ese nivel se hayan regularizado hasta el punto en que seáis capaces de participar de modo significativo y de manera centrada en otro yo, o dos, podréis compartir vuestros sentimientos con otro, que así podrá, él o ella, compartir sus sentimientos contigo. Y sólo cuando esa situación se haya regularizado hasta el punto de que seáis capaces de moveros en el entorno social, donde tanta participación e intercambio de energías, ideas, esperanzas y sueños hay, sólo cuando esa área se haya regularizado hasta el punto de que podáis hacer extensiva a toda la Creación vuestra ofrenda de un corazón abierto, se podrá decir que habéis tocado al Creador.

Y sin embargo, os diremos que incluso en medio del temor, el Creador os ha tocado—incluso en medio de una comunicación interpersonal disfuncional, el Creador os ha tocado. Incluso inmersos en una matriz social perturbada, el Creador os ha tocado.

Entonces, ¿por dónde empezar? En verdad, el comienzo siempre se hizo ya. ¿Dónde se adopta una posición, digamos? Y en verdad, por lo general uno se da cuenta de que ya ha adoptado una posición. Uno se da cuenta que su vida tiene fundamento, que en su vida hay un compromiso, y que en muchos casos, el primer paso que es necesario dar es, sencillamente, el de admitir vuestro propio compromiso, el de reconocer cuál es realmente la prioridad esencial de vuestra búsqueda. Una vez que hayáis percibido cómo sube a la superficie de vuestra consciencia esa inquietud, entonces sabréis donde queda trabajo por hacer.

Porque, de hecho, cuando esa inquietud os llegue, estará coloreada—será de color rojo, naranja, amarillo, verde. Pero, por lo general estará coloreará en multitud de colores, una complejidad de colores, ya que habéis vivido mucho tiempo en este planeta, y han pasado muchas vidas desde el momento en que fuisteis a nacer por primera vez en la tercera densidad hasta este día en el que aunamos nuestras energías con las vuestras. Y a lo largo del camino descubriréis perturbaciones de muchas clases en vuestro campo energético: descubriréis dificultades, descubriréis debilidades, descubriréis fortalezas. Y mientras os esforzáis en abrir el corazón y descubrís en el corazón abierto la obra del Creador, a la que accedéis cuando accedéis al Creador, veréis que hay esparcidos un impedimento aquí y otro allí, una traba más allá y dificultades por todas partes, y todas ellas son dificultades para el Creador tanto como dificultades para vosotros, vosotros mismos. Y para vosotros, el frente de la Creación está precisamente en resolver estas dificultades.

Ahora bien, diremos que parece recaer en la especial idiosincrasia de las entidades de tercera densidad el ser capaces de hacer, como dice el refrán, “una montaña de un grano de arena”—el ser capaces de agrandar con facilidad pequeñas dificultades, y cuanto más caviláis sobre ellas, más grandes parecen volverse. Bien, esto no sucede por casualidad, queridos amigos, porque hay un proceso de magnificación que es parte integrante de la experiencia de vida en tercera densidad. De hecho, al entrar en esta experiencia encarnada, os propusisteis ciertos retos en forma de predisposición a cierta clase de bloqueos, porque vuestra intención específica era la de examinar cuidadosamente, revisar cuidadosamente, experimentar cuidadosamente este tipo de bloqueos desde dentro, para hacer que se aflojen como un nudo, para que quedasen como algo que pudiera ser, no tanto superado, como franqueado.

Lo decimos porque siempre existe la tentación por parte de buscadores impetuosos de buscar excusas al considerar esas dificultades, en el sentido de que no serían la clase de problemas que tendría una persona verdaderamente espiritual. Y así, es fácil que los buscadores entusiastas crean que deben reprimir las dificultades que han burbujeado hasta la superficie de su consciencia. “Estas dificultades no son dignas de la clase de buscador que soy”. Ahora bien, cuando esto sucede, es cierto que uno puede, por el momento, apartar las dificultades a un lado, y seríamos los últimos en decir que no se den algunas circunstancias en las cuales sería correcto hacerlo así. Pero todo lo que se aparta a un lado habrá de retornar, porque volverá a vosotros y se anunciará una y otra vez como aquello de lo que hay que ocuparse.

Y así, siempre es una tarea excelente empezar invocando al Creador en vuestra meditación, para invitar al Creador a descender desde ese corazón que está, incluso mientras hablamos, luchando por abrirse, e invitarlo a los centros de energía inferiores como recurso, como fuente de amor, porque ese es el poder sanador que puede solucionar los bloqueos que se encuentran dentro de vuestro complejo del ser. A veces estos bloqueos os parecerán de lo más inoportunamente exagerados, de lo más inadmisiblemente acentuados, pero os invitamos a reflexionar que exagerar una imperfección es un proceso muy útil para abordarla del modo más perfecto, para examinarla de la forma más minuciosa, para que pueda sanarse por completo.

Así que os invitamos a dejar de lado todo juicio acerca de vosotros mismos cuando estéis ocupados en este proceso. Si estáis en una situación donde tenéis que abordar la necesidad de hacer el trabajo del rayo naranja, eso no significa que seáis solamente individuos del rayo naranja; eso no significa que seáis espiritualmente indignos. Podemos aseguraros que el trabajo del rayo naranja es trabajo que bien hecho está, es trabajo que requiere hacerse con asiduidad, y trabajo que todo aquel en la tercera densidad todavía tiene que hacer regularmente. El rayo naranja es una característica tan importante del Creador Uno Infinito como cualquier otra, y diríamos lo mismo acerca del rayo amarillo, y de hecho, todos los rayos del espectro son esenciales para el Creador Uno Infinito.

Nos hemos centrado en los rayos naranja y amarillo porque, dentro de la tercera densidad, éstas son las áreas donde típicamente se encuentran bloqueos que impiden la apertura del centro de energía del rayo verde, donde se puede descubrir el amor incondicional. Pero qué mejor trabajo para este amor incondicional, que remontarse a esas pequeñas situaciones que se han interpuesto en medio de la búsqueda, y disolverse dentro de esas situaciones. Creemos que la sanación es eso, queridos amigos. Para nosotros, el trabajo que se realiza con los bloqueos que se perciben, y que a veces se presentan con extrema brusquedad y totalmente de improviso, este trabajo es tarea del corazón abierto.

Y así, diríamos, para resumir nuestra respuesta a la consulta, que siempre se comienza con el propósito que se realiza en relación al Creador, que se hace dentro de un corazón abierto, pero que desde esa posición se alcanzan aquellas áreas en las que se puede sentir el corazón abierto más bien un poco constreñido. Comenzaréis con vuestro propósito, y os remontáis a aquellos elementos con los que os tropezáis o experimentáis como impedimentos para cumplir con ese propósito.

Soy Q’uo y, en este momento, quisiéramos despedirnos de este instrumento en el amor y la luz, y regresar al conocido como Jim. Adonai, queridos amigos. Adonai.

(Canaliza Jim)

Soy Q’uo, y estoy de nuevo con este instrumento. Os saludamos nuevamente en el amor y la luz. ¿Podemos preguntar si habría una continuación a esta pregunta, de la que podemos hablar?

Había una consulta de continuación, pero creo que ya ha sido resuelta en la respuesta inicial, así que de momento, no.

Soy Q’uo. ¿Hay alguna otra consulta en estos momentos?

Tengo una. En una sesión reciente, aquellos de Q’uo dijisteis: “Vemos el amor y la luz cuando os reunís, lo vemos como una torre de poder que brilla refulgente, que alcanza los cielos, llamando a todos los que buscan la luz y sirven a la luz.” Mi pregunta es: En muchas sesiones anteriores, los de la Confederación han comentado sobre cómo aparece en el reino metafísico la energía de nuestro grupo. Si fuese posible, ¿podríais describir más detalladamente lo que veis o lo que percibís al mirar a nuestro grupo conforme avanzan nuestras meditaciones al canalizar, y qué repercusión tiene esta energía y estos efectos en cada uno de nosotros y, asimismo, en nuestro planeta? Y también, si ello no infringiera nuestro libre albedrío, ¿podríais describir lo que percibís al mirar a un individuo en particular, o bien en general o, si fuese posible, una persona específica, que me alegraría de que fuese yo, pero da igual que fuese cualquiera de nosotros, que esté dispuesto a ello durante la meditación al canalizar?

Soy Q’uo, y estoy al tanto de tus preguntas, hermana. En primer lugar, podemos decir que cuando miramos a este grupo, o a cualquier grupo, vemos configuraciones de luz, girando en varios ángulos y velocidades que reflejan la activación del centro de energía, y el equilibrio general. Cuando miramos a un grupo, vemos a todas las entidades dentro del grupo como fuentes de luz de varios colores, de varios tipos, rotaciones, ángulos de rotación, etc. Así, el grupo se convierte en una magnificación del individuo. Dentro de cada individuo, el centro de energía del rayo rojo está activado, al igual que el naranja y el amarillo, ya que esta es la ilusión de tercera densidad. Estos centros pueden ser más o menos brillantes, dependiendo de las activaciones y bloqueos específicos de cada individuo. Dentro de este grupo encontramos el centro de energía del rayo del corazón, el rayo verde, que también está activo dentro de cada entidad dentro de este círculo de búsqueda, porque esta es la particularidad del buscador conscientemente orientado a la verdad, el haber trasladado su energía del rayo rojo a través del naranja y del amarillo al interior del verde. En algunos casos, también vemos una activación adicional del azul y del añil, lo que refleja el estudio posterior realizado por tales entidades acerca de la naturaleza de su propio proceso evolutivo. La actividad o velocidad de rotación de cada centro de energía refleja el éxito que el buscador ha experimentado tanto en la activación como en el equilibrio de los centros de energía así observados.

El centro de energía del rayo violeta es el indicador del equilibrio de los centros de energía inferiores de cada buscador. Así, los diversos colores y el brillo de estos colores están rodeados por el que denominamos escudo protector rojo-violeta, que refleja el equilibrio general de la mente, el cuerpo y el espíritu del buscador de la verdad. Este escudo protector es la que mantiene en su lugar cualquier grado de salud o enfermedad o desequilibrio, digamos, que el buscador ha obtenido hasta el momento en su experiencia de vida. A continuación, este escudo está rodeado también por la manifestación vibratoria de la verdadera densidad de origen de la entidad. Aquellos errantes del grupo que, por tanto, sean de la cuarta, de la quinta o de la sexta densidad, tendrían la coloración verde, azul o índigo en su porción exterior del aura.

La fuerza de la polarización de cada entidad puede demostrarse por la intensidad o, digamos, la densidad del aura, en su capacidad de manifestar las diversas características de cada centro de energía. A continuación, el nivel vibratorio individual o aura de cada buscador de la verdad, se añade a la capacidad del grupo para expresar la luz de un modo organizado, una línea de luz ascendente en espiral, que expresa vuestra búsqueda de la verdad de manera combinada, y de eso es de lo que hablamos cuando describimos la torre de luz que percibimos cuando nos acercamos a este grupo, cuando hemos sido convocados por él para abordar una consulta de vuestro interés, y dar una respuesta acorde a ese interés.

La capacidad de cada buscador, y de cada uno de los grupos de luz como éste, para influir en la conciencia planetaria es significativa, porque en la medida que las entidades logran equilibrar mente, cuerpo y espíritu, y su expresión dentro de los centros de energía, se aligera la propia vibración planetaria, que durante miles de años ha sido degradada, digamos, en su nivel vibratorio debido a la tendencia de vuestros pueblos a participar en actividades belicosas. De este modo, sois capaces de influir sobre esta manifestación de energía tan baja, o tan densa, o tan deficiente, mediante la calidad de vuestra propia búsqueda, calidad que se refleja en vuestras auras y en los diversos centros de energía que forman el aura.

¿Hay alguna otra pregunta, hermana?

No, muchas gracias.

Soy Q’uo, y te damos las gracias, hermana. ¿Hay alguna otra consulta en estos momentos?

Tenemos una pregunta de D. “Nuestro planeta Tierra, ¿tiene un nombre preferido, se nos permite conocerlo, esta pregunta tiene algún sentido?“

Soy Q’uo, y estoy al tanto de tu consulta, hermano. Aquellos de nosotros de la Confederación de Planetas al Servicio del Creador Uno Infinito se refieren a vuestro planeta como Terra 3, como expresión de la vibración de la experiencia de tercera densidad de la Tierra, que ahora se mueve en la cuarta densidad. Muchos, también dentro de la esfera de vuestra Tierra, llaman a la Tierra Gaia, porque es la madre de toda vida sobre el planeta. ¿Hay alguna otra pregunta, hermano?

No en relación con eso, Q’uo.

¿Es eso lo que Gaia se llamaría a sí misma? Gaia, como una entidad, ¿tiene un nombre para sí misma?

Soy Q’uo, y estoy al tanto de tu consulta, hermana. Al observar a la entidad que es vuestro planeta Tierra, no percibimos que tenga un nombre para ella misma, porque es lo que sería una madre, podría nombrarse a sí misma, más o menos, como La Que Nutre. Muchas entidades en la Confederación de Planetas al Servicio del Creador Uno Infinito no se dedican a la asignación de nombres que es tan popular entre vuestras gentes, sino que se ven a sí mismos, más bien como niveles vibratorios de experiencia que tienen cierta capacidad y anhelo de prestar servicio, y de ofrecerse con una característica vibratoria particular acorde, podría decirse, con la vocación expresada, con la voluntad manifestada. Este es el caso de vuestro planeta natal.

¿Hay alguna consulta final en estos momentos?

[Pausa]

Soy Q’uo, y vemos que las consultas, por el momento, se han agotado. Os damos gracias a todos y cada uno, por ofrecer esta tarde vuestra energía, vuestras vibraciones, vuestro anhelo, vuestro amor y vuestra búsqueda a este círculo. Ha sido un gran honor reunirnos con vosotros, y siempre experimentamos una gran alegría cuando combinamos nuestras vibraciones con las vuestras, porque vemos lo mejor de vosotros en estos momentos, aquello que lleváis dentro, como vuestro deseo de buscar lo que llamáis vagamente “la verdad”. Con tal disposición, todos nos elevamos al nivel más alto de nuestro ser. Os dejamos, como siempre, en el amor y la luz del Creador Uno Infinito. Adonai, queridos amigos, Adonai. Somos aquellos de Q’uo.


  1. Ley del Uno, Sesión 15 y Sesión 52

    Los que presentan bloqueos en estos tres primeros centros de energía o nexos experimentarán constantes dificultades en su capacidad para proseguir su búsqueda de la Ley del Uno.

    Entonces, desde el punto de vista de un individuo que desea seguir el camino del servicio a los demás, ¿existe alguna otra cuestión importante que deba tenerse en cuenta, aparte de las disciplinas de la personalidad, el conocimiento del yo y el fortalecimiento de la voluntad?

    Soy Ra. Eso es técnica. No es el corazón. Examinemos el corazón de la evolución. Recordemos que todos somos uno. Este es el gran aprendizaje/enseñanza. En esta unidad reside el amor. Es el gran aprendizaje/enseñanza. En esa unidad reside la luz. Esta es la enseñanza principal de todos los planos de existencia materializada. Unidad, amor, luz y alegría; este es el corazón de la evolución del espíritu. Las lecciones secundarias se aprenden/enseñan en la meditación y en el servicio. En un momento dado, el complejo mente/cuerpo/espíritu se encuentra activado y equilibrado con tanta suavidad por estos pensamientos o distorsiones centrales, que las técnicas que habéis mencionado adquieren bastante importancia. No obstante, el universo, en su insondable misterio, es uno. Siempre comienza y termina en el Creador, no en la técnica.

     
  2. empeño [sustantivo]: un esfuerzo mental o físico para alcanzar una meta específica; Un esfuerzo. 

  3. Esta respuesta es algo extraña, ya que no estamos seguros de por qué exactamente la Confederación habría usado la terminología latina al referirse a la Tierra.