Ra dice: “El complejo mente/cuerpo/espíritu no es una máquina. Es más bien lo que podrías llamar un poema sinfónico.” ¿Podría Q’uo explicar más detalladamente lo que Ra quiso decir al denominar al yo como un poema sinfónico? El vernos a nosotros mismos como un poema sinfónico, ¿qué pone de manifiesto acerca de nuestra auténtica naturaleza? Además, ¿cómo está afectando la cosecha a nuestro parecido con un poema sinfónico—bien sea en la relación armoniosa con nosotros mismos, con otros, o con el planeta Tierra?
(Canaliza Jim)
Q‘uo
Soy Q’uo, y os saludo a todos vosotros en el amor y la luz del Creador Uno Infinito, del cual todos somos una minúscula parte. Gracias por invitarnos hoy a vuestro círculo de búsqueda. Es un privilegio y un placer reunirnos con vosotros, porque vemos la luz que emana de vuestro deseo de saber más de lo que llamáis la verdad. Como siempre, estamos encantados al compartir lo que tenemos que ofrecer. Quisiéramos pediros antes un favor, que toméis las palabras que os ofrecemos y las utilicéis como queráis. Si os son útiles, quedároslas; Si no os resultan útiles, dejadlas atrás. No queremos convertirnos en un escollo para vosotros. Si nos hacéis este favor, entonces nos sentiremos libres para hablar de lo que hoy tenemos que compartir.
Consultáis acerca de la naturaleza de vuestro ser y su manifestación en vuestro vehículo físico en aquellos centros de energía que procesan el prana, o la energía inteligente de vuestro sol, vuestro sub-Logos—esa parte del Creador que ha creado esa pequeña parte de la creación en la que habitáis y existís, y en la que os movéis libremente para explorar la naturaleza de vosotros mismos, la naturaleza de vuestra realidad—y explorar la manera de proceder como seres conscientes a través de esta ilusión y descubrir más del Único Creador, del amor y la luz del Creador, y cómo éstos se combinan en una creación de unidad.
En efecto, ciertamente no sois una máquina; sois una maravillosa creación de diversas energías de naturaleza cósmica, fusionadas de manera coherente para así poder procesar la luz de vuestro sub-Logos de una manera ascendente que fácilmente podría equipararse a una escala musical. Como veis, la octava de vuestros centros de energía se ha creado de tal modo que dentro de cada centro de energía hay una vibración sonora característica con su propia gama de frecuencias que se activan en función de cómo es capaz de moverse la energía inteligente del sub-Logos a través de vuestros centros de energía. El uso eficiente del catalizador que os sale al encuentro en las experiencias del día a día es el que os permite activar, equilibrar y armonizar vuestros centros de energía durante un período de lo que llamaríais una considerable serie de encarnaciones con las que buscáis aprender a trasladar el punto de encuentro de esta energía inteligente más y más alto en vuestro sistema de chakras, de tal modo que seáis capaces de dar y recibir aquellas cualidades del amor que representan el corazón abierto—el amor pleno, compasivo por la creación, que se convierte en la norma, digamos, por la cual la luz es capaz de manifestarse dentro de vuestro ser.
Primero la luz hace su entrada en vuestro sistema de chakras a través del centro de energía básico, que se ha denominado como el centro del rayo rojo. Este centro es el que se ocupa de las funciones más básicas de vuestro esquema de vida: la supervivencia del vehículo físico y mental, y la reproducción de vuestro propio vehículo físico. Todo catalizador actúa en primer lugar con este centro de energía básico, y la reacción de este centro podría decirse que tiene una cierta frecuencia vibratoria audible al oído metafísico, al oído que se halla en sintonía con los sonidos del universo, digamos, porque toda la creación está viva y cada parte de ella canta su sagrada canción al Único Creador. Por lo tanto, el rayo rojo tiene las notas más bajas en esta disposición musical de centros de energía, y la energía inteligente, se trasladará más arriba al centro de energía de rayos naranja, si no existiera un bloqueo significativo en el rayo rojo.
En el rayo naranja, la energía vibra de una manera más rápida, por así decirlo, de tal modo que se centra de forma más minuciosa en las expresiones de la personalidad individual en vuestras relaciones de persona a persona con otras entidades. Tenemos aquí la posibilidad de que las energías de dos entidades se armonicen, y si no armonizan de inmediato, entonces hay una clase de vibración sonora diferente como resultado de la interacción de las dos entidades, que mostrará armonía, o falta de la misma, en cierta medida.
Si no hubiera todavía un bloqueo significativo que obstaculice totalmente a la energía inteligente, ésta continuará su ascenso hacia el centro de energía del rayo amarillo en el que las vibraciones de la entidad se potencian o amplían de nuevo, para que ahora la relación del individuo lo sea con un grupo de individuos y permitan mejorar la capacidad para responder a esta interacción. Y de nuevo, esta respuesta se amplifica de tal manera que se produce un nivel de interacción mayor entre el individuo y el grupo en el que se encuentra—ya sea la familia, la comunidad, la escuela, el trabajo, el equipo, etc. Son muchos los grupos de vuestro complejo social, ya que de hecho están agrupados en formas muy diversas que posibilitan que la expresión individual se amplíe y cubra un área más amplia, digamos, de la experiencia disponible para cada buscador de la verdad.
Dentro de vuestra ilusión de tercera densidad, el propósito es que esta energía del sub-Logos se traslade finalmente dentro del corazón, al centro de energía del rayo verde para, de nuevo, amplificar o acelerar el tono vibracional y obtener, digamos, un tono más alto o más etéreo, que luego—al contrastarlo con los tonos de los centros de energía rojo, naranja y amarillo—empiece a combinarse de un modo que se espera que sea armonioso, para que aquel que tenga un oído particularmente sensible a lo interior sea capaz de discernir un bloqueo en un centro de energía de los centros inferiores donde haya falta de armonía, bloqueo que cuando se libera o equilibra, permita llevar las energías al interior del rayo verde.
Estas energías también están en disposición de subir más alto cuando el buscador consciente de la verdad domina la capacidad de dar y recibir amor de todos aquellos que le conciernen, y darlo también a aquellos que rodean a la entidad. Este amor no sólo se ofrece a aquellos seres inteligentes con los que el buscador de la verdad interactúa en el día a día, sino con toda la creación; Pues en este nivel del ser, el buscador de la verdad toma conciencia de que toda la creación está hecha de esa cualidad que vibra en armonía con el centro de energía del rayo verde, que es la vibración del amor.
Así, esta vibración del amor comienza a hallar resonancia en el sistema total de los centros de energía y hace que los tonos de cada centro se eleven a un mínimo, digamos, a la frecuencia de graduación, de modo que dentro del buscador se conviertan en una especie de sagrado himno coral que brota de manera continua, convirtiéndose en lo que podríamos denominar la vibración que identifica a la entidad. Cada centro de energía ascendente más allá del verde también aumentará el tono y la calidad de la tonalidad del centro de energía hasta ser capaz de activarse, equilibrarse y abrirse, dispuesto para recibir energía inteligente adicional y trasladarla hacia arriba, hasta, eventualmente, el rayo violeta, que hace accesible al buscador de la verdad celebrar la experiencia de unión con el Único Creador, que otorga a esta entidad la posibilidad de ser cosechada en cualquier momento que elija dentro de la pauta encarnacional.
Sin embargo, para la mayoría de las entidades de la tercera densidad, la graduación en la cuarta densidad se logra al final del período encarnacional cuando el buscador pasa por medio del proceso de morir, como lo denomináis, a su cuerpo del rayo índigo y recorre los peldaños de luz para determinar la capacidad de recibir y apreciar una frecuencia vibratoria de luz más elevada.
En este momento, quisiéramos transferir este contacto al conocido como Steve. Somos aquellos de Q’uo.
(Canaliza Steve)
Soy Q’uo, y estoy con este instrumento. Comenzaremos nuestra comunicación a través de este instrumento señalando que este instrumento nos desafió con la mayor asiduidad, y aplaudimos este recibimiento, porque ciertamente hay muchas voces, muchos tonos en este universo tan diverso, y no todas las voces están en sintonía con el mismo mensaje, de tal modo que todo buscador tiene la tarea de discernir acerca de qué tonos debe escuchar, y con qué tonos deberá elegir armonizar. Dicho esto, diremos algo más, algo que hace mención a la consulta que llevan en mente los aquí presentes hoy. Y es que este es, en definitiva, un único universo, y cada complejo individual mente/cuerpo/espíritu es un microcosmos de este gran universo único, y por lo tanto lleva dentro todo lo que existe; Lleva dentro todos los tonos posibles, a los que es receptivo, y es responsable de afinar de algún modo todos esos tonos.
Ahora bien, esta empresa será todo un desafío, como todos aquí habéis descubierto hace ya mucho tiempo, porque habrá muchos tonos que os lleguen y que no parecerán fáciles de asimilar. Ahora bien, podéis observar estas tonalidades visualizándolas; podéis oír estas tonalidades como acústicas; podéis sentir estas tonalidades como expresiones de diversos tipos de respuestas emocionales posibles a un complejo y atestado universo de estímulos, que, si se lo permitís, os sacudirán de un lado a otro. Vuestra tarea, desde los primeros signos de actividad de vuestro ser hasta ese gran momento cuando caminéis finalmente a la luz del Creador mismo, vuestra tarea es asimilar y vibrar en armonía con todo lo que os llegue, de modo que todo lo que os llegue sea también lo que llegue a través de vosotros, y se ponga a disposición de todos los demás de manera similar al proceso de aprender a estar en sintonía.
Es un proceso creativo, sin duda, y como en cualquier proceso creativo, existe el potencial para una gran belleza armónica. Sin embargo, habrá muchos, muchos eventos en vuestra vida que no alcanzarán tal belleza, belleza que a veces sólo percibís vagamente, que a veces no percibís en absoluto, de la que a veces sólo disponéis de un lejano recuerdo o una remota esperanza. Y así, a menudo os quedáis con la idea de que ese poema sinfónico que procuráis ser no sigue el compás, no es muy armonioso, no está conjuntado del todo.
Bien, hemos sugerido en nuestra comunicación a través del conocido como Jim que el sistema que habéis aprendido a operar internamente, lo que a veces se llaman centros de energía, está dispuesto jerárquicamente, y que hay un procedimiento con el que aprendéis a equilibrar y armonizar sus tonalidades, primero en un nivel, y luego en otro, moviéndoos gradualmente hacia arriba. Ahora bien, es cierto que se necesita un dominio considerable para alcanzar la capacidad de trabajar conscientemente en aquellos centros de energía que están sintonizados con una frecuencia más alta. Y entre buscadores se da a menudo el caso de que, al alcanzar un nuevo nivel, al alcanzar una nueva habilidad para vibrar en un registro más alto, se echa la vista atrás hacia aquellas primeras experiencias en las que uno se hallaba retenido en los centros inferiores de energía, como etapa previa de la propia evolución, como una fase temprana de madurez, que ahora queda muy atrás. Es hasta cierto punto inevitable que surja este sentimiento, pues está bien que cuando se parte hacia una planicie más alta, ese enfoque permanezca en esa planicie con el propósito de calibrar, digamos, lo que se ofrece a ese nivel, y para aprender a regularizar las nuevas energías recientemente disponibles.
Sin embargo, durante el curso de una vida del buscador espiritual, generalmente se da el caso de que eventualmente se experimenten en cierta medida todos los centros de energía; Es decir, se habrá hallado el modo de permitir que el prana, que es la energía inteligente que alimenta vuestro sistema, se eleve sin impedimentos hasta cierto punto, o en toda su extensión. Y en el momento en que el buscador descubre que todos los centros energéticos se hallan disponibles para funcionar en cierto grado, es útil comenzar otro tipo de reflexión, es decir, es útil comenzar a admitir que todos los centros de energía necesitan ser capaces de funcionar simultáneamente. Y en esa simultaneidad de su funcionamiento reside una nueva disposición armónica que surge como posibilidad y, de hecho, como una tarea, pues cuando hayáis aprendido, digamos, a abrir el corazón, todavía se dará el caso de que tendréis asuntos con los que lidiar en el nivel del rayo rojo, en el nivel del naranja, y en el nivel del amarillo.
Así pues, un individuo que acaba de abrir el corazón no tan sólo ha de permanecer de continuo en la gloria del corazón abierto, sino que debe bajar e integrar una experiencia tras otra en el nivel en el que se necesite conseguir esta integración, [pero] ahora introduciendo un nuevo tono, es decir, el tono característico del corazón abierto, que es el punto de acceso a los demás sin bloquear su alteridad.
De hecho, además del corazón abierto existe la posibilidad de ofrecer, sin expectativa de retorno, lo que emana de nuestro ser. Esta es otra excelente posibilidad para una nueva apertura a la expresión de nuestro ser, pero al mismo tiempo comporta una responsabilidad, al mezclarse con expresiones del propio ser que son de menor frecuencia, digamos. Y también podríamos decir que, para aquellos que han aprendido a abrir el tercer ojo, como se denomina a veces al centro índigo, donde el individuo más orientado a la mística puede comenzar a participar en energías sacramentales y sagradas de naturaleza cósmica, que este centro de energía requiere asimismo una integración constante con las frecuencias del centro azul, del verde, del amarillo, del naranja y del rojo.
Así, el poema sinfónico que sois es un sistema en el que las energías vibran a través de un espectro más bien amplio, y con la suficiente complejidad como para dejar perplejo a alguien que no comprenda plenamente la complejidad del ser que cada cual está destinado a llegar a ser. Ahora bien, esta complejidad ya es lo bastante intrincada cuando se considera a nivel individual, pero se vuelve mucho más intrincada y mucho más compleja cuando uno se da cuenta de que un individuo no es sino una porción de un todo más grande.
Y de hecho sucede que, al haber aprendido a procesar esa experiencia que os empuja de un lado a otro, os estáis refiriendo de hecho a los distintos poemas sinfónicos que habitan vuestro algo atestado universo. Y basta considerar que hay un gran número de complejos mente/cuerpo/espíritu, cada uno con armónicos propios, y que hay muchos grupos diferentes de estos poemas sinfónicos pugnando por conseguir sus propias armonías, y que el conjunto constituye un vasto poema sinfónico que lucha por alcanzar cierto nivel de armonía, para que la imaginación flaquee abrumada por la tarea en cuestión.
Ahora, vuestro planeta muestra claramente lo difícil de la tarea, pues para muchos de vosotros, al contemplar los esfuerzos por conseguir armonía, os parece una batalla lamentablemente perdida, o sea, que las desarmonías parecen prevalecer sobre las armonías , y a duras penas constituye lo que uno llamaría un poema, pues no parece haber una organización central; No parece haber fundamentos para un acuerdo armonioso. No parece que todos los que participan en las energías de este planeta, estuvieran en estos momentos cantando precisamente la misma canción.
Ahora bien, puede haber una manera de ver, puede haber una forma de escuchar tal que lo que a primera vista no parece armonizar, de hecho, si se considera de la manera correcta, puede percibirse verdaderamente como parte de una armonía más grande. Así, cuando se oyen los gemidos de angustia, cuando se oyen los gritos de dolor, cuando se siente la rabia o se reacciona con violencia de un modo u otro, pueden sentirse como momentos de lo que podríamos llamar una interpretación orquestal que engloba, dentro de sí, todo lo que parece ser negativo, y transmuta esa negatividad en una armonía que aquellos que han llegado a sintonizar lo suficiente pueden comenzar a oír.
Y, quisiéramos insistir en el término comienzo, porque es verdad que una y otra vez, sin duda alguna, os veréis engullidos por las turbulencias de la desarmonía y, una y otra vez, tendréis que recordar que lo que parece inarmónico puede verse más bien como un intervalo en una armonía mayor. Puede llevar un período considerable de lo que conocéis como tiempo antes de que todas las desarmonías en las que estáis inmersos puedan implementarse a una condición en la cual la armonía interior pueda discernirse, y os animamos a tomar conciencia de que la fe es la función que os permitirá pasar a través de esos intervalos que pueden parecer bastante oscuros, bien sea porque estos tiempos sean períodos de depresión dentro de vuestra propia vida, o períodos turbulentos dentro del complejo de energía social que compartís con otros de vuestra propia condición.
Quisiéramos decir que desde nuestro punto de vista se han hecho progresos hacia la armonía, hacia la integración, y para nosotros, hay belleza discernible. Tenemos que conceder que no todos han llegado al punto en el que este poema sinfónico del complejo social pueda percibirse hasta el punto de poder vislumbrar una participación consciente. Sin embargo, aquellos que no participan conscientemente, lo hacen cada uno a su propio modo, y cada uno lo hace de tal manera que aporta belleza al poema en su conjunto. La creación misma es un evento que se despliega con unos niveles de matices y de expresión que resultan admirables en su inmensidad, [hasta el punto de que] la inmensidad misma puede considerarse motivo de asombro. Para nosotros, diríamos que un motivo aún mayor de admiración es la capacidad de aquellos dentro de esta gran inmensidad a los que les es posible representar a la vez una relación creativa particular con la inmensidad de la creación, y apreciar todas las voces que están al alcance del oído en cualquier momento.
Esta es la aventura que compartimos con vosotros, queridos amigos; Es la aventura de la creación recreándose en muchos tonos, en muchos matices, y a ello os encomendamos. Somos aquellos de Q’uo, y quisiéramos volver ahora al conocido como Jim. Adonai, queridos amigos, Adonai.
(Canaliza Jim)
Soy Q’uo, y estoy de nuevo con este instrumento. En estos momentos quisiéramos preguntar si hubiera alguna pregunta más breve a la que podamos responder.
D
Soy nuevo en este material. ¿Podría definir la palabra “polaridad” en este contexto?
Q’uo
Soy Q’uo, y estoy al tanto de tu consulta, hermano. La polaridad, desde nuestro punto de vista, es el uso de la energía inteligente del Único Creador en una cualquiera de estas dos maneras: La polaridad positiva es radiante y comparte la energía inteligente del Único Creador con aquellos que están en relación con el buscador de la verdad ; O puede manifestarse en el sentido negativo, y convertirse en lo que se ve como magnético, aquello que busca separar al yo de los demás, y dominar y controlar a los demás en beneficio del yo. Así, la polaridad es el medio por el cual el buscador de la verdad utiliza la energía inteligente del Único Creador.
¿Hay alguna pregunta más, hermano?
D
No en este momento.
Q’uo
Soy Q’uo. Te damos las gracias por tu consulta, hermano.
¿Hay alguna otra consulta en este momento?
J
Sí, Q’uo. Tengo una consulta. En aquellos casos en donde nuestro grupo no se muestra receptivo a nuestra orientación espiritual, nos encontramos a menudo representando un personaje más aceptable, en ocasiones a costa de sentirnos auténticos. ¿Es esto una deslealtad hacia nuestro poema sinfónico? ¿O es coherente con ese poema sinfónico?
Q’uo
Soy Q’uo, y estoy al tanto de tu consulta, hermano. Quisiéramos sugerir que la capacidad de compartir lo que constituye el fundamento de vuestro proceso de búsqueda es una función tanto del centro de energía del rayo verde como del centro de energía del rayo azul, en el que aquello que se siente dentro se comparte de manera no adulterada o, digamos, sin tomar cautelas, o sin haberla sombreado u ocultado en alguna medida para que el sentido del yo contase con cierta receptividad o aceptación por el otro yo.
No quisiéramos insinuar que sea una traición a vuestro poema sinfónico, pues el poema sinfónico de cada uno es el que refleja el estado actual de cada centro de energía funcionando al unísono con cada uno de los otros centros de energía; Por lo tanto, no se da un único poema sinfónico hasta que y si la entidad es capaz de activar completamente, energizar y equilibrar cada uno de los centros de energía. El ser completamente activado es extremadamente raro dentro de vuestra ilusión. Por lo tanto, os podríamos indicar que intentar juzgarse a uno mismo de una manera u otra, bien sea como siendo fiel a lo que percibís como vuestro poema sinfónico, o como habiendo sido desleales a lo que percibís como vuestro poema sinfónico, es una manera menos eficiente de ver la naturaleza del yo de la que sería sencillamente reconocer que la verdadera naturaleza de vuestro yo está trabajando para poder expresar los sentimientos, los pensamientos, las actitudes, las cualidades de sus propias líneas de investigación mentales y emocionales. Así, el juicio del yo refleja una especie de bloqueo de energía que luego afectará por sí mismo al poema sinfónico de vuestra propia búsqueda.
¿Hay alguna pregunta más, hermano?
J
No, Q’uo, gracias.
Q’uo
Soy Q’uo, y te damos las gracias por tu consulta. ¿Hay alguna otra consulta en estos momentos?
F
Si no hay otras, paso a formular una que tenía. He leído que los ojos son las ventanas de nuestra alma. La Confederación se ha referido a nuestros ojos muchas veces, Q’uo. Habéis mencionado que “porque lo que se halla en el brillo del ojo es el Creador Infinito, de cuyo brillo es una pequeña unidad holográfica”, y en otra ocasión habéis mencionado que “mirad a los ojos del otro y ved al Creador “. Otras obras espirituales han llamado al ojo “la lámpara del cuerpo”, y Yogananda dijo que las personas altamente desarrolladas son capaces de espiritualizar o sanar a otros solamente con el magnetismo de sus ojos. Quisiera pedirle que nos ayude a comprender mejor nuestros ojos desde una perspectiva metafísica, y cómo podemos facilitar el que más luz o magnetismo positivo brille a través de ellos en el servicio a los demás.
Q’uo
Soy Q’uo, y estoy al tanto de tu consulta, hermana. El tema sobre el que solicitas información es realmente amplio. Haremos todo lo posible para ofrecer lo que consideramos más útil.
Comenzaremos indicando que vuestros ojos son los órganos de vuestro vehículo físico que proporcionan la mayor cantidad de información a vuestro complejo mente/cuerpo/espíritu para utilizar como catalizador, porque los ojos ven a gran distancia, no tan sólo a vuestro alrededor, sino a través de su capacidad para captar en un instante una gran cantidad de información y os ofrecen no sólo lo que se percibe intelectualmente, sino también lo que se percibe intuitivamente; Porque la imagen que os dan los ojos abarca a muchas otras entidades, a muchas otras energías, contiene las intersecciones de fuerzas y vectores de relaciones interpersonales, las inflexiones de la forma de ser de otras entidades, el lenguaje corporal, la expresión facial, la calidad de la voz, de los matices de la mirada firme o de la mirada oblicua. Por lo tanto, vuestros ojos os dan información que puede interpretarse de muy diversos modos.
Los ojos, además, ven aún más en el interior de otro ser cuando miran también a los ojos de esa entidad. Puesto que hay una correspondencia a través de los ojos hacia las partes más profundas del yo, los ojos también tienen la capacidad de ver dentro del otro yo que también os mira a vosotros. De este modo, se produce un cruce o intercambio de energías entre dos o más entidades que puede influir en las percepciones intelectuales, intuitivas, emocionales, así como metafísicas del buscador de la verdad.
Así, tenéis una caudal de información que se os muestra para usarlo como catalizador, para usarlo como inspiración, para usarlo como información y, con carácter general, para transmitiros la sensación de haber percibido de una manera más o menos correcta, o completa, el mundo que os rodea, porque vuestros ojos os proporcionan el acceso físico a través de este mundo, y también os proporcionan la apertura metafísica de una puerta que os permite percibir con otros sentidos lo que tenéis ante vuestros ojos. Lo que caracteriza al buscador que busca acerca de la naturaleza de la verdad dentro de la ilusión, es que esa información es procesada por el ojo interior, digamos—la habilidad del adepto para evaluar los matices de los diversos niveles de expresión que pueden verificarse por la gran cantidad de información que os suministra vuestro ojo exterior, que encuentra en el ojo interior un todo, o una resonancia, esa lámpara que cuando luce por completo ilumina el ser desde el interior y revela la naturaleza del Único Creador contenida allí dentro.
¿Hay alguna otra pregunta, hermana?
F
No, muchas gracias.
Q’uo
Soy Q’uo, y te damos las gracias, hermana, por tu consulta. ¿Habría una pregunta final en estos momentos?
J
Sí, Q’uo, tengo otra pregunta. ¿Sería más o menos correcto decir que la mente está constituida por conceptos de una manera análoga a que el cuerpo está constituido por los átomos? Si es así, ¿puede decirnos algo más? Si no, ¿puede indicarnos lo que es incorrecto?
Q’uo
Soy Q’uo, y estoy al tanto de tu consulta, hermano. Vemos que tu analogía es muy acertada y perceptiva, pues vuestra mente, de hecho, está compuesta de una gran cantidad de conceptos que se reciben de cada uno de vuestros cinco sentidos, así como de los sentidos internos intuitivos que os transmiten la sensación de que los cinco sentidos os dan la información. El cuerpo, que es el vehículo físico que os transporta en vuestra ilusión, está compuesto por varios tipos de células de la piel, de los ligamentos, de la sangre, de los tejidos, etc., que permiten que funcione a nivel físico, de modo que la mente sea capaz de moverse dentro de vuestra ilusión de tercera densidad y pueda recabar información que le permita funcionar de una manera equilibrada, progresiva y expansiva similar, de modo que el buscador tenga la posibilidad de seguir reuniendo información y equipando a las diversas porciones del complejo mental con la clase de evaluación de la experiencia, o del catalizador, digamos, que le será útil durante el largo proceso encarnacional.
Así, la mente dispone de varios niveles para almacenar información, que podrían ser análogos a los diversos tipos de fluidos y el funcionamiento del complejo corporal que permite la circulación de la sangre por todo el cuerpo para renovar la energía en sentido físico, la mente tiene la capacidad de hacer circular varios conceptos y combinaciones de conceptos que permiten que el buscador de la verdad se revitalice por la nueva información o por nuevas combinaciones de informaciones antiguas que ahora se entienden en un sentido más amplio o en un sentido más profundo.
¿Hay algún seguimiento final a tu consulta, hermano?
J
No, Q’uo, gracias.
Q’uo
Soy Q’uo, y te damos las gracias, hermano, por tus preguntas tan interesantes. Quisiéramos agradecer a todos en este grupo, en estos momentos, por las preguntas que nos habéis ofrecido. Nos sentimos muy revitalizados por ellas, porque son vuestras preguntas y vuestra invitación las que nos transmiten la sensación de haber cumplido con nuestro propósito de seros de servicio, porque al serviros crecemos en nuestra propia realización de nuestra unidad con el Único Creador, esa unidad que compartimos con vosotros. En este momento vamos a despedirnos de este instrumento. Os agradecemos una vez más por invitarnos a estar presentes. Estamos muy agradecidos, en todo momento, por estar con vosotros. Sois un grupo muy inspirador y lleno de luz. Se nos conoce como aquellos de Q’uo. Adonai, queridos amigos, Adonai vasu borragus.