Se nos ha indicado que éste es un tiempo de cosecha para la Tierra, y que a los pocos que desean una cosecha de servicio al yo no se les debe negar la oportunidad de llevar a cabo su elección. Siendo una persona que prefiere la opción del servicio a los demás, ¿qué motivaciones o pensamientos propondríais respecto a mis reacciones, y especialmente, mis pensamientos acerca de las peleas y disturbios en algunas de nuestras ciudades? No quiero sentirme enojado, no quiero lastimar a otros con lo que digo. ¿Cómo puedo permanecer centrado en aquello que es positivo cuando algunos eventos parecen ir absolutamente en contra de lo que creo?
(Canaliza Jim)
Q’uo
Soy Q’uo, y esta tarde os saludamos a todos vosotros en el amor y en la luz. Para nosotros es una gran alegría y un privilegio armonizar nuestras energías con las vuestras, porque a día de hoy sois hermosas y brillantes fuentes de luz y de amor; Y durante todo el tiempo que habéis compartido vuestras experiencias este fin de semana, y de hecho a lo largo de vuestra vida, sois de los que habla la canción que acabamos de escuchar como sintonía para esta sesión. Cada uno de vosotros ha recorrido mucho, no sólo en esta vida, mientras os movéis al servicio de los demás, sino en muchas vidas anteriores en otros muchos planetas como este—aquellas entidades planetarias que han pedido vuestra asistencia para ayudar en la cosecha de almas como ocurre ahora sobre el Planeta Tierra.
Hemos observado vuestro planeta durante gran parte de lo que denominarías tiempo, porque esta cosecha es tal que un gran número de fuerzas angélicas la han estado observando con esperanza y constante preocupación durante muchos de vuestros años. Porque veis que muchos de los buscadores de la verdad en vuestro planeta todavía tienen que darse cuenta del hecho de que están aquí para hacer progresar la evolución de sus mentes, cuerpos y espíritus, ese viaje que llamáis búsqueda de la verdad: la verdad de la unidad de todas las cosas, la verdad de la luz que ha hecho todas las cosas, la verdad del amor que impregna todas las cosas y todas las entidades. Siempre tenemos la esperanza de que aquellos que han permanecido dormidos durante largo tiempo sobre la superficie de este planeta puedan despertar suavemente a la comprensión de que hay un propósito superior para el conocimiento de la vida, la búsqueda de sus frutos y la elevación de sus metas, digamos, en esta experiencia de vida.
La cuestión que se nos plantea hoy es cómo aquellas entidades que se han orientado en el servicio a los demás pueden considerar la cosecha de aquellos que se han orientado hacia el servicio al yo, porque todos tienen ahora la oportunidad de avanzar en su evolución, conforme la transición a la densidad del amor y la comprensión está en marcha sobre vuestro planeta. De hecho, este proceso ha estado en curso durante algo de lo que llamaríais tiempo y continuará durante lo que entendemos como un lapso de tiempo desconocido en vuestro futuro. Decimos desconocido, porque reina una gran confusión entre muchos sobre la superficie de vuestro planeta en estos momentos—confusión acerca de cuál es la naturaleza de la realidad, cuál es su lugar en el marco general de la creación en la que se encuentran moviéndose en ciertos patrones de expresión aleatorios y difíciles. Nos damos cuenta de que muchos de vosotros aquí tenéis el deseo de servir en cualesquier forma que podáis, y tal vez podáis abrigar alguna duda o vacilación con respecto a las entidades que han elegido otra vía que la vuestra. Ellos han escogido, digamos, una expresión más oscura y restringida del infinito amor y luz del Único Creador.
En este momento, quisiéramos transferir este contacto al conocido como Steve. Somos aquellos de Q’uo.
(Canaliza Steve)
Soy Q’uo, y estamos con este instrumento. Quisiéramos comenzar nuestra comunicación a través de este instrumento, como hacemos a menudo, agradeciéndole el asiduo desafío que nos presenta antes de permitirnos hablar. Nos tomamos la molestia y el tiempo para manifestar nuestra gratitud, porque a nuestro entender el universo que disfrutáis está atestado de entidades de muchas clases, de muchas actitudes, que van desde lo angelicamente positivo hasta lo demoníacamente negativo, y para aquellos que están encarnados en la tercera densidad no siempre resulta fácil discernir el carácter preciso del mensaje que se presenta. Y por eso, el desafío que se presenta al contacto solicitando que el contacto afirme el señorío de Cristo, afirma la preeminencia del camino del servicio a los demás, es esencial si lo que se desea es preservar una orientación positiva en la recepción del contacto. Por lo tanto, reiteramos nuestro agradecimiento a este instrumento, y agradecemos a este grupo por su positividad, porque sin esto, no podríamos tener voz en vuestra densidad en estos momentos.
La consulta de hoy solicita información sobre lo que consideramos como uno de los puntos nodales más difíciles de la creación tal como se está desarrollando actualmente, es decir, la distinción de las vías hacia el Creador, que hemos llamado el camino del servicio al yo y el camino del servicio a los demás. Ahora bien, en vuestro planeta estos caminos se han concebido como distintos desde hace tiempo, y han recibido diversas designaciones. Por ejemplo, tenéis la distinción entre el bien y el mal; Por ejemplo, tenéis la distinción entre el camino del amor y el camino del odio, el camino de la esperanza y el camino del miedo; Y podríamos seguir y seguir indicando las diferencias que describen las dos vías, y las señales, digamos, por medio de las cuales estas diferencias pueden detectarse.
Sin embargo, quisiéramos decir que, en lo que respecta a lo que constituye el camino negativo de búsqueda y el camino de búsqueda positivo o de servicio a los demás, hay gran confusión; Y en el caso de aquellas actividades que os parezcan negativas, y que, de hecho, incluso diríamos que tienen por ello un atisbo de negatividad, no necesariamente son indicadoras de una polaridad subyacente que sea, de hecho, la del servicio al yo. Así, vamos a empezar abordando algunos de los factores que intervienen en la elección entre el servicio a los demás y el servicio al yo como un medio para esclarecer lo que vamos a ofrecer en relación a aquella actitud que podría adoptarse con provecho por parte de aquellos que buscan servir a los demás en su relación con aquellos que polarizan claramente hacia el servicio al yo.
Ahora bien, se ha señalado que sobre vuestro planeta hay gran cantidad de manifestaciones de lo que podríamos llamar energías caóticas y a veces, de hecho, con demasiada frecuencia, estas energías caóticas hallan expresión en el extremo negativo del registro emocional. En este extremo negativo encontráis miedo, encontráis ira, encontráis odio, encontráis malentendidos que tienden a expresarse en términos de prejuicios de varias clases. Ahora bien, cuando estas emociones, que pueden quedarse almacenadas en los complejos mente/cuerpo/espíritu, no sólo de los individuos sino de los grupos, a menudo se producen arrebatos violentos que crean situaciones hostiles y tienden a provocar respuestas hostiles de la otra parte, y resulta casi imposible para los ciudadanos de vuestro planeta evitar identificarse con un lado u otro de muchos de los conflictos que asoman ante la atención del público. Hay aspectos que se consideran como el mal; hay aspectos que se consideran como el bien. Actualmente, y en ciertos casos, no vamos a negar que hay una proporción más grande de negatividad en un lado que en otro, pero no es aquí donde queremos dirigir nuestros pensamientos en estos momentos. Porque quisiéramos empezar con la observación de que el mero hecho de que un individuo o grupo encuentre la necesidad de expresarse en términos negativos, en términos hostiles o incluso en términos violentos, no indica necesariamente un compromiso subyacente con la polaridad negativa. Como hemos sugerido, realmente hay tanta confusión en vuestro planeta que para la mayoría es extremadamente difícil en muchos casos averiguar incluso cuál es la tendencia principal. Así pues, juzgar a un individuo como alguien que polariza en el camino del servicio al yo en base a ciertas acciones evidentes que son reveladoras, digamos, de esa polaridad, sin que necesariamente la haya abrazado plena y completamente, es en definitiva muy prematuro.
Así pues, vamos a decir lo siguiente: sin duda hay emociones, y la ira quizás sea una de las más prominentes entre ellas, que si se refuerzan, si se abrazan, si se consolidan, si constituyen el centro y el punto de apoyo de un compromiso, pueden, con el paso del tiempo, conducir a una polarización hacia lo negativo de calidad cosechable. Sin embargo, quisiéramos señalar que la ira, en sus expresiones esporádicas—la ira que manifestáis como hostilidad—no es la clase de servicio focalizado en el desarrollo de un servicio al yo que ni remotamente se acerque a una calidad cosechable. De hecho, los arrebatos de este tipo tienden a caracterizar a aquellas personas que, en lo esencial de su elección, ya tienden hacia el servicio a los demás, pero tienen dificultades para manifestar esa elección de manera consistente, de una manera que llegue hasta la raíz de su ser.
Por el contrario, una entidad que se está aproximando a la calidad cosechable en el camino negativo, normalmente no será observado como alguien extraordinariamente negativo; Por lo general, [él o ella] será aceptado como alguien positivo de hecho, porque es característico de este camino que la medida del éxito tiene como referencia la capacidad de controlar, de manipular, de dominar a otros, y la forma más eficaz de interferir en ese empeño, digamos, es descubrir el pastel con respecto a quién eres en realidad. Resulta muy ventajoso generar una personalidad pública que parezca positiva para que aquellos cuyas energías se desea someter a la propia voluntad sirvan gustosamente, mientras piensan que están sirviendo de hecho a una personalidad de polaridad positiva.
Por eso, si bien es cierto que la consecución del tipo de orientación centrada en el servicio al yo comienza muy a menudo trabajando en las emociones negativas al afilar el delgado filo del odio, por así decirlo, por lo general no constituye un evento claro el que estas emociones, cuando se exteriorizan, estén asociadas a las personas en cuestión. Habiendo dicho eso, diremos que tales personas existen. Y habiendo dicho eso, también diremos que la presencia de tales individuos en un planeta que está tratando de lograr la aptitud de ser cosechable en cuarta densidad, constituye un verdadero desafío y es uno de los aspectos de la confusión que generalmente se observa en vuestro complejo de energía social en estos momentos. De hecho, daríamos un paso más y diríamos que es un componente bastante significativo de esa confusión. Y lo que resulta especialmente difícil es que no siempre está claro (de hecho, en definitiva nunca está claro para cualquier otra entidad) cuál podría ser la polaridad subyacente de vuestros conciudadanos. Y, por lo tanto, resulta muy fácil engañar a los demás con respecto a las propias intenciones; Y es muy fácil hacer una presentación de uno mismo tal que los demás se sientan atraídos a la esfera de actividad del servicio al yo, o Ipsissimus adepto, que busca la aptitud del yo para ser cosechable por la vía negativa.
La difícil situación a la que se enfrentan las entidades de servicio a los demás, aun reconociendo sencillamente que el complejo de energía social está impregnado de elementos negativos a los que puede resultar difícil seguirles la pista hasta su origen, es que uno no puede estar seguro—con respecto a muchas, muchas entidades—de que se esté tratando de hecho con una entidad resuelta a oponerse al servicio a los demás; Y uno no quiere cerrar una puerta si hubiera alguna expectativa razonable (o incluso, digamos, una expectativa irrazonable) de que el otro yo que parece estar virando hacia lo negativo, podría estar tratando de hecho con energías que eventualmente, y tal vez incluso pronto, se resuelva de tal manera que podría, de hecho, surgir dentro de esa alma una orientación más clara hacia el servicio a los demás.
Entonces, ¿qué es lo que puede hacer una pobre entidad? ¿Cómo vais a manejar el hecho de que muchos de los movimientos sociales a los que hacéis frente parecen ser el blanco de elementos que tienden a servir al yo, y que, de hecho, estos elementos parecen ejercer una especie de atracción magnética sobre muchos de vuestros conciudadanos? ¿Cómo dar con una postura que exprese una clara orientación hacia el servicio a los demás, al tiempo que reconozca que estos elementos negativos están por todas partes, y que quienes apoyan y sostienen a estos elementos negativos tienen derecho a elegir su camino? Aquí, lo importante a considerar es el libre albedrío. Y llamamos vuestra atención al hecho de que lo que distingue a aquellos que desean servir a sus otros yoes por encima de todo, y que están dispuestos a redoblar sus esfuerzos para lograr una orientación más clara en ese servicio, es que adoptan como valor primordial el reconocimiento del carácter fundamental de la libertad del otro yo al que desean servir. Después de todo, servir a otro yo meramente en la forma en que pensáis que otros yoes necesitan ser atendidos, es tan sólo una manera subrepticia de servir al yo.
Y por ello, el primer impedimento para servir a los demás es siempre el hecho de que los demás son, de hecho, diferentes que uno—diferentes en muchos aspectos, y muchos de estos aspectos pasan desapercibidos—de modo que hay que pisar con cuidado, y ceder terreno cuando sea posible para no interferir en el proceso de desarrollo de vuestros semejantes.
Ahora bien, se produce inevitablemente una situación de gran confusión cuando uno hace todo lo posible para ceder terreno de ese modo, sólo para descubrir que cada palmo que uno cede se toma, y se le demanda más constantemente, hasta el punto de que el libre albedrío de uno está siendo infringido. Llegados a ese punto, se hace necesario encontrar la manera de apartarse de tales compromisos, y podría darse el caso de que, cuando la perspectiva de ser dominado por un buscador resuelto del yo sea inminente, uno podría verse en la necesidad de actuar de un modo más bien precipitado, de actuar de un modo que incluso pudiera parecer violento a primera vista, y en esa violencia, por supuesto, hemos de confesar que hay negatividad.
Bien, esto no es ninguna novedad para aquellos de vosotros que habéis permanecido en este planeta en tercera densidad durante algún tiempo. De hecho, diremos algo más: es también un rasgo, es también lo que incluso llamaríamos una crisis en la creación que traspasa a la cuarta densidad, incluso a la quinta densidad, y diremos incluso a la primera parte de la sexta densidad. Ahora bien, como aquellos de Ra han sugerido, en la sexta densidad las polaridades se unifican de hecho, de modo que en ese momento ya no es necesario polarizar haciendo una elección en uno u otro sentido. Por lo tanto, sería tentador decir: “Bien, puesto que en realidad esa es la meta hacia la que se dirigen todas las almas en desarrollo, ¿porqué no tomar ahora ese resultado sencillamente como una conclusión y empezar a proceder como si efectivamente las dos polaridades estuvieran ya unificadas de hecho?”
Os diríamos que nuestra respuesta a esta pregunta os va a parecer algo disonante, a pesar de que como Q’uo—entidad colectiva que somos, que combina la cuarta densidad de Hatonn, la quinta densidad de Latwii, y la sexta densidad de Ra—tratamos de armonizar nuestras voces lo mejor que podemos en la forma de una única respuesta. Sobre esta cuestión, tendríamos que decir, sin embargo: Ra: las polaridades están armonizadas; Latwii: las polaridades están en proceso de armonización; Hatonn: las polaridades todavía están en mutua oposición—tristemente, tristemente, tristemente.
Como Q’uo, debemos decir estas tres cosas a la vez. Debemos decir que, ciertamente, las polaridades son tan inmiscibles como el aceite y el agua, y que no cabe sino rechazar todo acercamiento que provenga del servicio al yo hacia el servicio a los demás, y cuando se vuelva demasiado insistente, debe ser rotundamente rechazado, porque de otro modo socavaría la viabilidad del libre albedrío que constituye la esencia misma del proceso de búsqueda que todos deben disfrutar en el camino del servicio a los demás.
También somos conscientes de que aquellos que han elegido la vía del servicio al yo, y han alcanzado una aptitud cosechable en su búsqueda por ese camino, no son estúpidos, digamos. Reconocen muy bien cuáles son las dinámicas con las que están lidiando, y por ello no hay medio alguno por el que una entidad de servicio a los demás pueda hablarles de su actitud o mostrarles lo erróneo de sus caminos. Les podéis ofrecer amor y luz, pero es fundamental asegurarnos de hacerlo detrás de una fuerte cortina de luz protectora—una cortina de luz protectora, vamos a añadir, que siempre está disponible a vuestra invocación. Es vuestro derecho de nacimiento, como almas encarnadas, el tener acceso a esta cortina de luz de la que hacen uso a menudo aquellos de orientación positiva cuando afrontan un ataque psíquico. No es posible hablar con un Ipsissimus fuera de la polaridad que ha elegido y perfeccionado intensamente y de manera sustancial durante largos años de desarrollo. Podéis buscar el modo de coexistir lo mejor que podáis.
Ha habido momentos en los que grupos polarizados de manera opuesta han llegado a las manos. No es típico de la polaridad positiva iniciar contiendas o actuar preventivamente, sino que es una prerrogativa ocasional—cuando es necesario para preservar la integridad del proceso de búsqueda en libre albedrío—el actuar de manera defensiva; Y sigue siendo un instinto bastante fuerte dentro de la tercera densidad, hasta bien entrada la cuarta, actuar de manera protectora para otros que puedan considerarse vulnerables a las intrusiones del servicio al yo. Nosotros, como Q’uo, no estamos en situación de intentar disuadiros de actuar defensivamente. Nosotros, como Q’uo, os diremos: tenéis recursos de los que rara vez hacéis uso y que podéis invocar para que vengan en vuestra ayuda, y cuando lo hacéis, podéis obviar en muchos casos la necesidad de más encontronazos hostiles. Sin embargo, incluso ese recurso a veces fallará, y demuestra ser cierto que cuando llega la hora de la verdad, la intrusión debe rechazarse—tristemente, tristemente, tristemente, decimos.
Por ello, no podemos deciros que no cerréis filas en posición defensiva cuando tal defensa sea necesaria para preservar la honestidad de la búsqueda que es propia de las personas y grupos orientados positivamente. Pero, vamos a decir que dentro de muchos, muchos grupos orientados positivamente, tendrán lugar expresiones de emociones negativas que podrían parecer que provienen de posiciones del servicio al yo, pero en realidad, en el fondo, no lo hacen. Por lo tanto, incluso dentro de un cierre de filas encontraréis aparente hostilidad, y os pedimos que consideréis cuidadosamente si estas expresiones negativas—expresiones de ira, hostilidad, prejuicio, sensación de malestar—no podrían sanarse, después de todo, no podríais, en todo caso, ofrecer amor, que es vuestro mejor regalo, el mayor que puede ofrecerse, y con ese pensamiento, quisiéramos reanudar el contacto con el conocido como Jim. Soy Q’uo. Adonai, queridos amigos, Adonai.
(Canaliza Jim)
Soy Q’uo, y estoy de nuevo con este instrumento. Damos las gracias al conocido como Steve por su fiel servicio al transmitiros nuestros pensamientos. En este momento, quisiéramos desarrollar las consultas de seguimiento que hayáis seleccionado.
Gary
[El que consulta escribe:] “Las almas, ¿tienden a encarnarse en la Tierra como miembros de una raza, una religión, una nacionalidad o un género en particular? ¿Y cuán significativos son estos “subconjuntos” de la humanidad a nivel metafísico? Gracias.”
Q’uo
Soy Q’uo y estoy al tanto de tu consulta, hermano.
Las almas de este planeta vienen de muy diversas procedencias sobre otros planetas de tercera densidad al no haber podido, digamos, lograr ser cosechados allí, y han viajado a la Tierra para hacer otro intento en esta transición hacia la cuarta densidad del amor y la comprensión. La diversidad de planetas y razas que ahora habitan vuestro planeta son abundantes y variadas en sus experiencias individuales aquí y en otras partes, y han intentado durante cierto período de vuestro tiempo avanzar en la evolución de sus mentes, cuerpos y espíritus. Estas almas se han vestido, digamos, de personajes o caracterizaciones de diversos tipos de procesos de pensamiento y vehículos físicos de diversas coloraciones, digamos, y de diversos modos de percibir la naturaleza del otro yo, es decir, aquellas entidades que existen en comunión y proximidad entre sí.
Hay una tendencia mayoritaria a permanecer dentro del complejo social del planeta de origen de tal modo que pueda haber una progresión de las lecciones orientadas a grupos que se iniciaron allí, y que tienen el propósito no sólo de expresar la identidad y cohesión de grupo, sino de permitir al individuo dentro del grupo una cierta libertad de expresión compensada, digamos, por la necesidad de copiar el estándar del grupo o procesos de pensamiento normales. Sin embargo, a medida que varias personas dentro de cada uno de estos grupos hacen progresos al polarizar su conciencia—ya sea hacia lo positivo del servicio a los demás o hacia lo negativo del servicio al yo—son libres para, digamos, mezclarse o separarse de su grupo original y hacer contactos entre encarnaciones con otros grupos, que pueden tener planteamientos similares o diferentes de esa persona y de su capacidad para expresar su individualidad dentro del grupo.
Así, después de un largo período de tiempo, tal como lo mediríais, uno de vuestros ciclos mayores, quizás de 25.000 años o algo menos, existe la posibilidad de que personas de cualquier grupo se trasladen a cualquier otro grupo por decisión consensuada antes de encarnar, a fin de poder lograr mayor libertad al expresar su proyecto personal hacia la cosecha. También hay que tener en cuenta que dentro de cada grupo, de la que podría denominarse familia espiritual, o de un grupo minoritario de entidades dentro de un grupo más grande, que puedan desear trasladarse como un grupo, del mismo modo que lo haría una sola persona; De modo que, en estos momentos, al final de vuestro ciclo maestro de 75.000 años, hay una gran mezcolanza de entidades que proceden todas ellas de diversos planetas de origen. Cuando una persona o familia espiritual de individuos logran ser cosechados, entonces esa cosecha tiene como resultado que aquellos individuos, que han sido capaces de polarizar lo suficiente como para comenzar la experiencia de cuarta densidad, progresen para formar un complejo de memoria social con todos los demás individuos, o grupos minoritarios, de cualquier planeta de origen.
Así, la población de cuarta densidad de vuestro planeta Tierra estará compuesta de muchas entidades que vinieron de otros planetas de tercera densidad a este planeta para finalizar su experiencia de tercera densidad, habiendo logrado ser cosechados.
También quisiéramos subrayar que en la actualidad hay muchos aquí procedentes de otros planetas de tercera densidad que fueron cosechados en sus planetas de origen antes de venir a la Tierra, y que están aquí para ayudar a la cosecha en este planeta, ya que hay catalizador en circulación en abundancia, catalizador que estas entidades pueden ayudar a resolver de una manera armoniosa que ayude tanto al planeta mismo, a sus diversos subgrupos de entidades que buscan ser cosechados, y a aquellos que están realizando la cosecha. Por lo tanto, sobre vuestro planeta existe un microcosmos que expresa la naturaleza macrocósmica del Creador Infinito, es decir, una serie de entidades que se reúnen para procurar la cuarta densidad sobre vuestro planeta.
¿Hay alguna otra consulta en estos momentos?
Gary
El [siguiente] que consulta escribe: “Saludos, Q’uo, en el amor y la luz de nuestro Creador Infinito. Gracias por estar con nosotros esta noche. Cuando invocamos a entidades para que nos ayuden o sencillamente que nos acompañen durante la meditación, por ejemplo, ¿Es mejor nombrarlos específicamente, diciendo algo así como: “Por favor Q’uo, permanece conmigo durante esta meditación”, o es mejor no nombrar a nadie, y decir solamente “familiares y amigos”, o algo genérico? ”
Q’uo
Soy Q’uo, y estoy al tanto de tu consulta, hermano.
Quisiéramos abordar esta consulta al sugerir que hay más de una forma de pedir la ayuda de los reinos invisibles a los guías, amigos, maestros de los planos internos y miembros amados de la familia que han fallecido. Como la pregunta señala, se puede pedir específicamente, en cualquier momento, asistencia sobre cualquier asunto de naturaleza específica, o simplemente pedir ayuda de manera general durante la fase de vivir la vida y manifestar el deseo de aprender de cada uno de los diversos aspectos de vuestras actividades del día a día.
Una forma de pedir ayuda que pocos conocen y, sin embargo, es probablemente la más utilizada, es sencillamente proseguir honesta y sinceramente en vuestra búsqueda, y cuando surjan dificultades, procurar con todo vuestro ser, vuestro corazón, vuestra mente, cuerpo y espíritu, resolver las dificultades, procesar el catalizador y adquirir experiencia. E incluso si no solicitáis ayuda expresamente, la sinceridad y perseverancia que mostráis al trabajar con el catalizador y procesarlo de la manera más pura posible, constituye otra forma de pedir ayuda.
Incluso cuando estáis, según vuestra propia estimación, fallando miserablemente en hacer progresos en cualquier área concreta de vuestra experiencia vital, esta tristeza que emana de vosotros en ese momento es, en sí misma, una llamada también, porque muchos de vosotros formáis parte aquí de los Hermanos y Hermanas de la Aflicción, o errantes, como los denomináis. Las entidades en densidades más altas, como bien sabéis, hacen progresos en sus propios caminos sirviendo a los demás si son de polaridad positiva, y sirviendo al yo si son de polaridad negativa. Así, cuando dichos Hermanos y Hermanas de la Aflicción perciben sufrimiento en cierto nivel de actividad o del ser, es como si una parte de sí mismos les pidiese que respondan al dolor que otro yo padece.
Así, en pocas palabras, diríamos que no podéis dejar de llamar. Siempre se sabe lo que necesitáis. Siempre hay guías y ayudantes dispuestos a prestar su ayuda en formas que podéis o no percibir, pero sabed que están allí. Para ellos es una gran alegría estar allí, y cuando llamáis del modo que sea, ellos responderán. Podrían sobrevenir de algún modo eventos que parecerían milagrosos, o triviales, y que no parezcan estar influidos por ninguna fuerza o fuente distinta del yo, o de la naturaleza aleatoria de la ilusión que os rodea, y sin embargo, puede que, de alguna manera, se os brinden precisamente para vuestra mejora y como ayuda personalizada.
¿Hay alguna pregunta final, hermano?
Gary
Sí, el [siguiente] que consulta nos escribe: “Dicen que para recibir ayuda, hemos de pedirla si la necesitamos. He notado que a veces recibo ayuda cuando no lo solicito. Estoy sumamente agradecido por la ayuda que llega cuando no la solicito. ¿Por qué recibimos ayuda cuando no la pedimos?
Q’uo
Soy Q’uo, y estoy al tanto de tu consulta, hermano. Creemos que en la anterior consulta hemos tratado mucho de ésta, sin embargo vamos a intentar añadir un poco de información que pueda ser útil de algún modo. Esperamos que este sea el caso.
Cada buscador de la verdad sobre este planeta, y de hecho sobre todos los planetas de tercera densidad, tiene al menos tres guías que son conocidos por la entidad antes de que comience su encarnación. Cada uno de estos guías se reúne e intercambia información con el buscador que va a encarnarse, con respecto a la naturaleza de la encarnación por venir. Aquellas lecciones que se aprendieron en encarnaciones anteriores se revisan para que este aprendizaje puede acompañar a la entidad y ser un medio al que poder recurrir en la encarnación por venir. Aquellas áreas que no se aprendieron hasta el nivel de pureza o destreza deseados por el buscador, se plantean luego con la ayuda de los guías y, de hecho, también con la ayuda del yo superior.
Si la entidad aún no conoce conscientemente el proceso de búsqueda dentro de la ilusión de tercera densidad, estas lecciones se dan en un formato que haga factible que sean reconocidas a medida que se presenten durante la encarnación de tercera densidad. Esta información se comparte a todos los niveles de la mente consciente y subconsciente del buscador. De este modo, a medida que el buscador se mueve dentro de la ilusión de la tercera densidad, en el otro lado del velo del olvido la mente subconsciente puede ayudar a la entidad activando el catalizador que la entidad experimenta en el menú de experiencias de cada día, por así decirlo. Así, cierto número de entidades pueden ver una situación en la que el catalizador esté presente, y cada una verla de una manera diferente, porque cada entidad tiene diferentes lecciones programadas antes de encarnar, y predispuestas por la mente subconsciente antes de encarnar. De este modo, la entidad tiene luego una ligera ventaja, digamos, al poder abrir el yo a la remembranza de lo que se eligió antes de encarnar.
Sin embargo, el libre albedrío es primordial en toda experiencia de cada buscador de la verdad, y el buscador puede ignorar la influencia de la mente subconsciente, puede percibirla erróneamente, o puede no notarla en absoluto. Sin embargo, a medida que el buscador se vuelve más consciente de su propio proceso de búsqueda de la verdad, como decís, existe mayor probabilidad de que el buscador se vuelva más sensitivo, digamos, al catalizador que se le presenta a diario. Se notarán ciertas reiteraciones de catalizador, se le presentarán ciertas sincronicidades para que el buscador de la verdad pueda aprovechar la oportunidad de aprender como se esperaba que aprendiera antes de encarnar.
Ahora bien, pedir ayuda forma parte de esta búsqueda, por supuesto, porque a medida que el buscador se vuelve más consciente del proceso, la disponibilidad de guías, maestros y amigos en los planos interiores se vuelve cada vez más un logro consciente del buscador para así poder ser más efectivo en la búsqueda, y a medida que este proceso se vuelve consciente del proceso de búsqueda, hay una especie de impulso que crece y que guía al buscador aún más adelante en su camino de una manera más eficaz. A aquellos que tienen más éxito en su búsqueda se les da la oportunidad de progresar aún más adelante y más rápido. Así, la búsqueda se convierte en una bendición y una alegría.
Y digamos que ha sido una bendición y una alegría para nosotros el haber sido invitados a unirnos a vuestro círculo de búsqueda esta tarde. Estamos siempre muy agradecidos al poder sentir el amor dentro de un círculo como este, de ver la luz que emana de él a los mismos cielos y de alegrarnos junto a excelsos seres angélicos que atraéis simplemente con la luz y la expresión del amor que producís. Hay un coro celestial que canta Aleluya, Aleluya, Aleluya.
En estos momentos, vamos a despedirnos de este instrumento. Os dejamos a todos vosotros, queridos amigos, en el amor y en la luz, porque no hay nada más que amor y luz en este universo. Se nos conoce como aquellos de Q’uo. Adonai, queridos amigos, Adonai vasu borragus.