Jim: La pregunta esta noche tiene que ver con esto: Cuando nosotros, como buscadores pedimos que la voluntad del Creador o de Jesús, se haga por medio de nosotros, ¿cómo podemos hacerlo de forma más efectiva, y a qué poder le estamos entregando nuestra voluntad? ¿Qué es exactamente lo que está ocurriendo aquí y cómo afecta esto a nuestro libre albedrío como buscadores?

(Carla canalizando)

Somos aquellos conocidos por vosotros como el principio de Q’uo. Saludos en el amor y en la luz del único infinito Creador, en cuyo servicio venimos a vosotros esta tarde. Es un privilegio y un placer ser llamados a vuestro círculo de búsqueda y estamos felices de unirnos a vosotros en esta sesión de trabajo y de compartir nuestros pensamientos.

Antes de empezar, sin embargo, como siempre, os pediríamos un favor, y es que utilicéis vuestro discernimiento y vuestros poderes de discriminación cuando escuchéis aquello que decimos, tomando aquello que os mueva, se sienta bien y os resuene, dejando el resto de lado. Si empleáis vuestro discernimiento, nos sentiremos mucho más libres de ofrecer nuestras humildes opiniones, ya que sabemos que no atentaremos contra vuestro libre albedrío, sino que solo seremos una fuente de pensamientos potencialmente útil. Os damos gracias por esta consideración, amigos míos.

Damos las gracias a la entidad conocida como J por esta pregunta, y como la entidad conocida como Carla ha dicho, esta llega al corazón de la filosofía de la Ley del Uno, por así decirlo, y al concepto de cada uno sobre cómo vivir su propia vida.

A veces, cuando uno utiliza su voluntad para rendir la propia voluntad hacia una voluntad superior, se siente como si estuviera perdiendo su propia libertad, perdiendo su libre albedrío. Se siente como si se abandonara la voluntad personal, y ¿por qué? La respuesta a eso está escondida en el misterio del único Creador. Así que echemos un vistazo a esta pregunta más de cerca.

En primer lugar, el libre albedrío es una cuestión de percepción para cada persona que vive encarnada en el Planeta Tierra en la tercera densidad. Si la entidad ha tenido un adoctrinamiento exitoso en algunas religiones, por ejemplo, la cuestión del libre albedrío ha sido declarada nula y sin efecto, y en su lugar el niño obedecerá cada dictado y dogma de la religión, la cual tiene una respuesta para todas las situaciones, por lo general fuertemente expresada mediante el juicio y de tal forma que reduzca las propias elecciones, de modo que se crean prisiones hechas de dogma, cada principio formando una barra. La puerta se cierra para toda la encarnación, una vez que se aceptan estos principios.

Hay otros que han sido entrenados por su padres y adoctrinados en su cultura, de tal manera que hay una prisión hecha de inculturación. Hay reglas que rigen cada acción. Y a menudo estas barras son tan estrictas como las de la religión, y limitan las elecciones de los que han optado por obedecer los dictados de la sociedad sin pensar ni cuestionar.

Dichosos los que despiertan dentro de una encarnación a la conciencia de que es su derecho y parte de su naturaleza básica el tomar sus propias decisiones, discernir y evaluar la verdad por sí mismos y apartarse de cualquiera de las prisiones hechas de palabras, de los principios del dogma o de las normas y reglamentos de la sociedad, [que son] palabras de aprisionamiento para muchos.

Ahora bien, no estamos juzgando a la religión o la sociedad por crear dogmas o por crear las normas y regulaciones de las interacciones sociales cordiales. Hay algunos que se manejan muy bien dentro de los estrechos límites de una religión o una sociedad. Es posible abrir el cuerpo energético y mantener el corazón abierto dentro de la prisión de las palabras. Es posible graduarse de la tercera densidad en estas condiciones.

Sin embargo, hay un tremendo poder relacionado con darse cuenta de que tienes la capacidad y la responsabilidad de tomar tus decisiones por ti mismo. Una vez que una entidad se da cuenta de que sí tiene, en efecto, libre albedrío y de que puede ejercerlo, se enfrentará con la decisión de cómo doblegar su voluntad, qué desear, y hacia qué establecer la intención de su búsqueda.

Hay quienes, al darse cuenta de su libre albedrío, se vuelven hacia objetos de deseo que se encuentran dentro de la ilusión física. Este instrumento estuvo hablando en un programa de radio, y le preguntaron sobre cómo establecer una intención para conseguir lo que se deseaba. Entonces este instrumento descubrió que el objeto de deseo era una vajilla de platos y le dijo al interlocutor que estaba fuera de su elemento, porque ella solo sabía cómo establecer su intención en metas espirituales, y que la persona que llamaba debía descubrirlo por su cuenta si se trataba de platos.

Estamos hablando de metas espirituales hasta el punto de excluir las metas establecidas dentro de la ilusión. Rendir la propia voluntad a la del Creador infinito es un acto de voluntad. De hecho, es un acto de voluntad muy profundo, hundiéndose hasta el fondo en las raíces de la conciencia, pues la voluntad es entregada al Creador, el Creador de amor, el Logos, el Pensamiento original que creó todo lo que existe. Tal decisión es el acto de un ser consciente, que es consciente de su realidad y de la realidad dentro de la cual habita; es decir, [que] mora en la casa del Creador, en una isla en el espacio llamada Planeta Tierra. Reconoce que hay una danza entre todas las partes del Creador de modo que están todas bailando en equilibrio unas con otras, y eso indica un profundo deseo de ser parte de la armonía, la reciprocidad, y el equilibrio de la danza.

Parece como si estuviera renunciando a la responsabilidad, [dando la propia voluntad a la voluntad del Creador], sin embargo no es de ninguna manera una renuncia a la responsabilidad. Más bien se trata de una dedicación del Yo a la rectitud; a mantener el equilibrio, el ritmo de la danza. Se trata de un reconocimiento de que en la tercera densidad uno no puede ver claramente todos los factores relevantes sobre una situación. Uno no puede ver cuál es el gran patrón que se encuentra por debajo de los patrones más pequeños. [Tal elección] expresa el deseo de cooperar y armonizar con ese patrón para entrar en equilibrio con la Creación única infinita y todas sus partes interactivas. El libre albedrío llega a su mayor expresión cuando se elige la voluntad del Uno infinito y se suelta el apego a los resultados dentro de la ilusión, en favor de lo que ese misterio traerá en forma de reconciliación profunda y retorno al equilibrio.

La voluntad humana, la voluntad individual, es muy poderosa. Cada uno de vosotros es una entidad mágica, una entidad potencialmente capaz de crear cambios en su propia conciencia mediante el pensamiento. Es seductor y tentador usar la propia voluntad individual, empujando en contra de la realidad percibida, para obtener una meta deseada. Es fácil pensar que uno está haciendo su parte al desear que esta responsabilidad percibida se complete o que se preste ese servicio. Y todas esas energías son excelentes. La expresión de los deseos de cada uno y el establecimiento de las propias intenciones son maneras de experimentar el Yo como un ser poderoso. Y esta es una experiencia útil.

Sin embargo la opción más poderosa, en nuestra humilde opinión, para cualquier entidad, es la opción de hacer la voluntad de ese agente que creó todo lo que existe y que es consciente de todos aquellos elementos que constituirán el punto de equilibrio en cualquier situación.

Se necesita valor, de hecho, para doblegar la propia voluntad a la voluntad del Uno infinito, pues el resultado es desconocido. Aquellos deseos personales que uno tiene pueden o no ser parte de ese equilibrio y ritmo de la danza que es apropiado. Hay un elemento de sacrificio percibido.

Ni siquiera podemos decir que este tipo de decisiones crearán la paz dentro de uno mismo, porque las elecciones del Creador no vienen con explicaciones.

Apreciamos los comentarios de la entidad conocida como G antes de esta meditación en relación con la introducción de espacio o amplitud en la experiencia de su propio sufrimiento. El conocido como G atribuye al conocido como Ramana 1 la pregunta que le dio espacio. Esa pregunta fue: “¿Quién está experimentando esto?”. Eso lo estableció como testigo de lo que sucede y le permitió desprenderse de las aguas tormentosas de su catalizador.

Otra parte de la consulta de la entidad conocida como J tenía que ver con la entidad a la que estaba dando su voluntad cuando oraba: “Hágase tu voluntad”. Tanto el conocido como J como este instrumento se formaron en la iglesia cristiana. El conocido como J es un Católico Romano y la conocida como Carla es una Católica Anglicana. Así que estos dos comparten una herencia de pensamientos sobre el Creador, en los que la Unidad del Creador se divide en una trinidad y aun así las tres partes crean una infinidad de Uno. Este concepto no es una cosa fácil de asimilar para el intelecto, ya que contiene una paradoja evidente. ¿Cómo puede algo que es tres también ser uno? ¿Cómo puede algo que es unificado existir en tres partes?

Muchas son las almas que han sido capaces de trabajar bien con el conocido como Jesús como el objeto de sus oraciones. Muchos otros han funcionado bien siendo capaces de conectarse con, y utilizar, la energía del Espíritu Santo. Sin embargo, como el conocido como J dijo, al formular esta pregunta, el concepto del Creador en Sí mismo siempre quedaba de una forma vaga. Trabajando dentro de ese sistema religioso no somos capaces de afinar el enfoque.

Sin embargo, podemos ofrecer ideas sobre quién podría ser ese tercer miembro de la unidad del Creador, pues el conocido como Jesús, el Cristo, se relacionaba con el infinito Creador como “Papá”. En la lengua aramea, “Abba “ no significa simplemente “Padre”. Significa “Papi” o “ Papá”. Es un nombre de gran afecto y amor. Cuando el conocido como Jesús el Cristo entregó su voluntad al infinito Creador, ofreció su voluntad a la de su amado “Papi”. Así era Su percepción del Creador.

Nos gustaría señalar que, desde el interior del sistema religioso, el concepto de un “Papá”, en lugar de un Creador que juzga, severo y distante, era revolucionario. Esto no fue algo que el conocido como Jesús el Cristo aprendiera de su religión o su sociedad. Era una verdad de las profundidades de su alma.

Aun así hay una gran verdad en esta relación para todos porque, desde el punto de vista de lo que este instrumento llama la Ley del Uno, el Creador es de hecho un “Papi”, un Padre amoroso y cercano, o deberíamos decir una Madre, pues hay aspectos muy femeninos del Creador en el sentido de que el Creador dio a luz a las estrellas, los planetas, los soles y las lunas, así como todas y cada una de las partículas y ápices de vida dentro de la infinita Creación. No hubo ninguna deidad femenina que diera a luz; el Creador dio a luz a su Creación en un acto de paternidad y maternidad combinadas.

Es muy conveniente pensar en el Creador con una connotación sexual de “Padre” o “Madre”, y sin embargo, os sugeriríamos que el misterio del Creador es ambos y ninguno. El Creador es a la vez un Padre y una Madre en el sentido de que la creación es el resultado de la atracción entre el libre albedrío y la esencia del Creador, que es amor.

Cuando se añadió la Luz al Amor y la manifestación sucedió, estaba muy lejos del Pensamiento original. La manifestación es una elección posterior, la elección de alguien que desea saber más acerca de quién es, y por ello arroja fuera muchas partículas de sí mismo, y a continuación es testigo de ellas y de sus experiencias para averiguar aquello que todavía no ha aprendido sobre sí mismo.

De esta forma el Creador hace lo recíproco de decir: “Que no se haga Mi voluntad sino la Tuya”, al dar a cada entidad dentro de la Creación el libre albedrío. Él no va a decirles lo que deben hacer. Él va a descubrir qué es lo que desean y cómo experimentan esos deseos. No puede hacer esto gobernándolos, y sin embargo, cuando se le pide: “Hágase Tu voluntad”, él se mueve de acuerdo a lo que tiende hacia la disminución de la distorsión y la restauración del equilibrio.

El misterio aumenta porque hay muchos niveles sobre los que el equilibrio se puede producir, de manera que no se podría nunca predecir con exactitud dónde reside el equilibrio; donde se encuentra la sabiduría, donde reside la expresión mejor y más elevada del amor.

La tercera densidad es, por su propia naturaleza, una densidad fuertemente sexual en el sentido de que la sexualidad es una de las formas primarias en las que la gente experimenta la alteridad de su opuesto dinámico. Masculino y femenino son dos polos de una dinámica muy importante. Las energías de la masculinidad son las de alcanzar, en un nivel arquetípico, y las de la femineidad son la personificación de aquello que espera ser alcanzado. Por lo tanto, la entidad masculina experimenta una gran cantidad de lo que es la agresión y el comienzo. Existe el deseo de comenzar cosas.

La parte femenina, al experimentar esta atracción entre hombre y mujer, a menudo se encuentra a sí misma rindiéndose a esta agresión y estando encantada de hacerlo. Sin embargo, no es lo suficientemente recordado que cada entidad lleva dentro de sí misma, ya sea biológicamente masculina o femenina, ambas energías.

Y de nuevo, es bueno considerar cuan equilibrada es la entidad que cada uno es. Si es hombre, ¿tiene un equilibrio de energía femenina para suavizar la agresión? Si es mujer, ¿tiene la capacidad de tomar decisiones y valerse por sí misma de acuerdo a la dirección deseada, así como la capacidad para cooperar y permitir? Cuando se tiene en cuenta esto, puede ser fácil ver por qué tantos relacionan con el Espíritu Santo como el aspecto femenino del infinito Creador.

Nosotros sugerimos que podría ser más productivo tener en cuenta los tres pilares del Árbol de la Vida, siendo el principio Creador el lado que se considera masculino, Jesús la energía que se considera femenina, y el Espíritu Santo esa energía que es el pilar del medio. Pues la esencia del Espíritu Santo es la energía de Jesús que fue dejada en los planos internos cuando el conocido como Jesús partió de los planos exteriores, de tal forma que la energía del conocido como Jesús, el Cristo, ese amor fructificado, siempre estaría disponible hasta el final de la tercera densidad.

No existe una manera correcta de relacionarse con estas entidades. Es tan útil para el buscador el relacionarse de una manera como de otra. Animamos a cada uno a seguir las experiencias del corazón y a relacionarse de una manera completamente individual, no de la forma en que los demás se relacionan, sino de la forma en la que hayas encontrado útil relacionarte.

Por eso, tanto si estás entregando tu voluntad a “Papi”, como a Jesús el Cristo, como al Espíritu santo —Sophia como algunos la llaman, no hay diferencia en la intención—, en las tres formas de decir: “Hágase Tu Voluntad”, está lo mismo. Existe ese hambre y esa sed de que fluya la situación más balanceada posible, y la voluntad de cooperar cuando el escenario está listo y se descubre cuáles son las indicaciones, cuál es la situación, y cuál es el amor que se puede encontrar y compartir en ese momento.

Ya sea que pienses en el Creador, Jesús, el Espíritu Santo o en alguna entidad-Creador de tu propia comprensión no importa. Es la intención de maximizar tu servicio y tu devoción, lo que representa las energías centrales y cruciales en este aparente ofrecimiento de la voluntad.

En realidad, es la corona de las opciones del libre albedrío elegir el camino del Creador. Es la misma energía que hace que la gente a veces se quite los relojes y diga: “Este es ahora el tiempo de Dios”. Es el liberar al Yo de los minutos y las horas lo que libera al tiempo de su prisión. Y es la liberación de la voluntad de las metas menores de naturaleza mundana e ilusoria, y su liberación en el misterio, lo que lleva hasta el punto más alto posible la propia libertad de elegir.

El misterio del libre albedrío no será nunca aclarado. La paradoja de usar el propio libre albedrío para renunciar al propio libre albedrío, nunca se dilucidará. Y por lo tanto, las preguntas sobre cómo funciona todo esto seguirán siempre siendo formuladas, en toda humildad y asombro. La paz que sobrepasa todo entendimiento, sin embargo, proviene de la fe que uno tiene en que es posible crear un tabernáculo con el Uno infinito, de tal forma que el Uno Infinito puede maximizar el equilibrio a través de ti.

Recomendamos a cada uno que pondere esta cuestión. Le pedimos a cada [persona] que cuente con su propio poder. ¿Cuál es el uso correcto del poder, amigos míos? ¿Cómo doblegarás tu voluntad? ¿Cómo tú, como co-creador, crearás tu universo? ¿Cómo lo dirigirás? ¿Será una creación de amor o una creación de juicio? Estos asuntos están en tus manos y solo en las tuyas. Adelante, pues, y busca servir.

Esperamos que nuestros humildes comentarios os hayan sido de ayuda al pensar sobre esta consulta, y nos gustaría preguntar si hay alguna pregunta de seguimiento en este momento. Somos aquellos de Q’uo.

Q’uo, tengo una pregunta que me gustaría hacer, ¿podrías definir la diferencia entre el dolor emocional y el espiritual?

Somos aquellos de Q’uo, y somos conscientes de tu pregunta, mi querida hermana. La entidad humana tiene tres componentes: físico, mental/emocional y espiritual. El dolor físico es, obviamente, el del cuerpo físico. El dolor mental/emocional sigue siendo el que implica la mente o intelecto y las emociones que son instintivamente aquellas de los seres humanos de tercera densidad, y el dolor espiritual es el dolor que está implicado en el complejo espiritual, cuando es activado por el individuo. Con frecuencia, un dolor mental o emocional golpeará tan profundamente que se siente como si golpeara la propia alma, y la mayor parte del sufrimiento de la humanidad es de esta naturaleza mental/emocional.

El dolor puramente espiritual es bastante raro, y sin embargo, sucede. Están los que sufren por falta de conexión con la esencia de su Ser espiritual. Es como si esa entidad estuviera tratando de hacer una conexión y no fuera capaz de hacerlo. Sin embargo, la gran mayoría de los sufrimientos de las entidades se experimenta en la mente y las emociones.

¿Podemos contestarte más, querida hermana? Somos aquellos de Q’uo.

No, gracias.

Te damos gracias, querida hermana. Y, querida hermana, te ofrecemos, por pobres que puedan ser estas palabras, nuestra simpatía. Y ofrecemos compasión a todos aquellos que sufren. Pues nos damos cuenta de que el sufrimiento parece fuera de toda proporción sobre lo que sería lógico y razonable. Sin embargo, el sufrimiento no es lógico. No es razonable. Y siempre es un desafío. Sufrimos con los que sufren, y si esto les ofrece algo de confort, estamos agradecidos.

¿Podemos saber si hay otra pregunta en este momento? Somos aquellos de Q’uo.

Tengo una pregunta, Q’uo. Cuando pido orientación, ¿eso implica que tengo en mente un resultado particular en tercera densidad? Todavía estoy atrapado en la experiencia de tercera densidad, en comparación con lo que hablasteis antes, que fue sobre rendirse completamente y estar en paz con lo que la experiencia nos trae. ¿Podéis hacer algún comentario al respecto?

Somos aquellos de Q’uo y percibimos una consulta. Si nos equivocamos pediríamos al conocido como R que repita su pregunta de otra forma para que podamos entender mejor.

Hay, en efecto, una diferencia entre pedir orientación, y liberar la voluntad de forma que se manifieste la voluntad del Creador. Ambas son acciones positivas y amorosas. Depende de ti el pedir ayuda y el pedir orientación. Y somos conscientes de que has descubierto que ha sido, a su manera, realmente eficaz en tu experiencia muchas veces. El pedir orientación puede ser visto de varias formas.

[Finaliza el lado uno de la cinta]

(Carla canalizando)

En primer lugar, uno puede preguntarse a sí mismo, “¿Cuál es la acción más elevada y mejor que puedo realizar en este momento? ¿Cuál es mi elección más elevada y mejor?” Estás pidiendo, en efecto, a tu Ser Superior que coopere con alguna pista o idea de lo que sería la elección entre los caminos de servicio para el mejor tú que pudiera existir alguna vez.

Otra manera de pedir orientación es como una extensión de lo que sería pedírsela a tus amigos (aquellos de la ilusión física que están contigo), y simplemente expandir tu campo de solicitud para incluir a los reinos invisibles.

Una forma de pensar sobre pedir orientación, es rememorar de forma más directa esa unidad de toda la creación. La otra es una forma alargar la mano hacia la ayuda que siempre está disponible, que implica a “otros” dentro de tu creación y no simplemente al Yo y a los otros “Yoes”, que son lo mismo que tú.

Cualquiera que sea la forma de pensar acerca de tu sistema de guía que te resulte útil, es el que nosotros te alentaríamos a seguir. Para algunos es muy reconfortante pensar que el Yo Superior, el mejor tú que podrías llegar a ser, será el que ofrezca la respuesta más unificada. Para otros es mucho más reconfortante sentir que hay aliados siempre a nuestro alrededor, que son aquellos que verdaderamente quieren ayudarte. Ambas formas de pensar sobre la orientación son verdad.

Una vez más, cuando encuentres paradoja, cuando encuentres misterio, puedes estar seguro de que estás en el camino correcto, pues las cosas del espíritu siempre y consistentemente van a incluir estos elementos. Porque rompen las ataduras de pensamiento lineal y traen a la conciencia las cualidades de la infinidad y la eternidad.

¿Podemos responderte más, querido hermano? Somos aquellos de Q’uo.

Gracias por esos pensamientos, Q’uo. Voy a preguntar sobre la diferencia entre pedir orientación, lo que implica el uso de la voluntad en la tercera densidad, y rendirse al Uno infinito, lo que para mí implica no usar la voluntad, sino básica y simplemente ser, y renunciar a hacer. No puedo hacer que mi mente perciba la diferencia, pero parece ser que la hay. ¿Podéis comentar sobre ello desde vuestra perspectiva?

Somos aquellos de Q’uo. Creemos que entendemos tu pregunta, mi querido hermano.

La diferencia entre pedir orientación y entregar la voluntad al Uno Infinito, es una cuestión de grado. Es una cuestión de aquello que se te da, y la respuesta adecuada a aquello que te es dado. Si sucede que el ofrecer tu voluntad al Uno infinito significa una liberación de tu voluntad y una negación de tu voluntad, entonces no es para ti ofrecer tu voluntad.

Aquellos que han dado su voluntad al Uno infinito son aquellos que han experimentado los resultados de usar su poder para conseguir un objetivo deseado, hasta que sucede el número de veces suficiente como para descubrir que uno no está necesariamente en la posesión de suficientes hechos como para elegir correctamente con éxito. En consecuencia, para aquellos que se les ha dado esta experiencia y esta actitud, les viene la libre elección de hacer la voluntad del Uno infinito, el cual tiene más información y puede ver lo que no puede ser visto por el ojo humano.

En ambos casos está el deseo de servir. Está el deseo de ser de polaridad positiva. Y está el deseo de pedir ayuda. Para aquél que todavía no ha llegado a la conclusión de que la voluntad humana es a menudo inadecuada para saber el resultado apropiado, el pedir ayuda para elegir un resultado es la solicitud correcta. Para aquéllos que han experimentado el sentimiento de insatisfacción de estar apegado a un resultado, después de haber utilizado la técnica de elegir un resultado y avanzar hacia él, es apropiado entregar la voluntad al Uno infinito, no como una pérdida de la voluntad, sino como la capital o la corona del acto de la voluntad.

Cada uno debe actuar de acuerdo con las propias luces, de acuerdo con los propios sentimientos, y querido hermano, tan pronto como sientas que eres lo suficientemente sabio como para empujar hacia un resultado deseado, te recomendamos enormemente que hagas lo que haces en este momento, que es pedir ayuda para ver la situación con mayor claridad. Hay, como hemos dicho, una diferencia, no en tipo, sino en grado, entre esas dos elecciones. No es la elección entre tomar una responsabilidad o cederla, es la elección entre confiar en que el resultado al que estás apegado es bueno o no confiar en que el resultado al que estás apegado es bueno.

De hecho, también se puede comparar con los que usan el lado derecho del cerebro y los que usan el lado izquierdo del cerebro, o aquellos que son artistas y trabajan desde la apreciación de la belleza, y los que son personas de intelecto y trabajan desde la apreciación de la lógica y el pensamiento lineal. Cualquiera de los dos caminos es un camino de servicio a los demás y de polaridad positiva. Así que no hay opción entre ellos. Es simplemente una cuestión de saber quién eres, cuáles son tus experiencias de vida y donde te encuentras, espiritualmente hablando, en un momento en particular. No hay una mejor manera, solo está esa manera que es apropiada para ti y que sientes que resuena contigo en este momento presente.

¿Podemos contestarte de forma más amplia, querido hermano? Somos aquellos de Q’uo.

No, Q’uo. Gracias por lo que has dicho. Es un buen alimento de reflexión para mí. Y lo aprecio.

También, mi querido hermano, te damos las gracias, pues nos das mucho alimento para pensar también. Somos aquellos de Q’uo, y encontramos que este instrumento comienza a cansarse. En consecuencia, es hora de que abandonemos nuestra conexión con este instrumento. Dejamos a este instrumento y a este grupo, glorificándose en el amor y en la luz, la paz y el poder, del único infinito Creador. Somos conocidos por vosotros como el principio de Q’uo. Adonai, amigos míos. Adonai Vasu borragus.


  1. Ramana Maharshi (1879-1950) fue un maestro de la conciencia pura y no dual. Sus muchos libros pueden ser comprados en librerías u online.