La información espiritual sugiere a menudo que nuestro crecimiento espiritual es una consecuencia del sufrimiento que atravesamos y que no deberíamos de evitar huyendo, sino que deberíamos abrazar, y siempre deberíamos tratar de reafirmar nuestra fe y paciencia mientras el catalizador sigue su curso, especialmente tanto catalizador como se eligió antes de encarnar. Otra escuela de pensamiento establece que nuestras experiencias se deben a nuestra forma de pensar y de sentir y que es nuestro deber crear mejores condiciones para nosotros mismos. Lo que implica que, si no nos gusta una experiencia, por ejemplo la pobreza, la enfermedad, etc. podemos cambiarla concentrando y enfocando pensamientos y sentimientos. Nos damos cuenta de que ambos puntos de vista son probablemente ciertos, pero parece haber cierta contradicción entre ambos y nos gustaría que Q’uo arrojase algo de luz sobre el tema.
(Jim canalizando)
Q'uo
Soy Q’uo y os agradezco poder hablar a través de este instrumento y os saludo a todos en el amor y en la luz de este día. Es un gran privilegio ser convocados a vuestro grupo porque por este medio, hablando a entidades como vosotros, somos capaces de ofrecer nuestro servicio al Único Creador. Os rogamos que, como siempre, utilicéis vuestra propio discernimiento al escuchar nuestras palabras, y uséis aquellas palabras que a vosotros os resuenen como verdaderas, y dejéis atrás cualquiera que no lo haga, porque de esta manera nos sentiremos libres para poder ofrecer nuestras opiniones sin sentir la posibilidad de infringir vuestro libre albedrío, ya que no somos lo que podríais llamar la máxima autoridad sobre cualquier materia, mas bien compartimos lo que ha sido nuestra experiencia al pasar por este mismo camino espiritual sobre el que os encontráis este día y todos los días. Aunque podamos haber avanzado un poco más que vosotros, todavía caminamos por el mismo camino polvoriento, el que podríais llamar el de los “pies de barro.” Podemos cometer errores, y los hemos cometido.
Para empezar nos habéis consultado si es más apropiado o no abrazar los traumas que salen a vuestro encuentro en este camino espiritual y tratar de aprender de ellos, alegrándonos en ellos, y dejándolos cuando hayamos aprendido lo que tienen que enseñar. O si, tal vez, es vuestra obligación como buscadores de la verdad el traer más armonía a vuestra vida, para que vuestra vida ejemplifique las cualidades de la verdad, la paz, el amor y el poder del Creador. O quizás haya un tercer camino que sería una mezcla de los otros dos. Queridos amigos, podemos deciros que hay una cierta clase de énfasis o carácter prioritario para el aprendizaje de lecciones a través de lo que llamáis “dificultades”, y de hecho muchos las han programado en sus vidas para este mismo propósito. Podéis descubrir que hay habilidades que salen [desde] lo más profundo de vuestro ser, esa cualidad de vuestra alma, tan valiosa como inestimable y que aparentemente se halla tan alejada de vosotros. Estas pueden invocarse a causa de la necesidad de hacer frente a los desafíos que os tocan mientras os movéis a través de la serie de actividades de cada día, y quizás al descubrir que hay cierta pérdida que hay que padecer, cierto problema que debéis resolver, cierta herida que debe curarse; todas estas son las cosas, por así decirlo, de vuestra ilusión de tercera densidad.
Os dais cuenta de la oportunidad no solo de ser testigos del Único Creador que os está ofreciendo activamente estas oportunidades de aprendizaje, sino que veis también que existe, quizás, aquello que os hace falta, que no sabéis si lleváis o no dentro de vosotros y usarlo como un medio con el que traer sanación cuando sea necesario sanar, traer comprensión cuando existan dificultades y sentimientos heridos, para hacer aquello que parezca incomodarle a uno. Porque puede haber gran discordia dentro de la propia mente y el corazón e incluso en el alma del propio ser que como vosotros lidia con las diversas formas en las que se ofrecen las dificultades dentro de vuestra ilusión de tercera densidad; y éstas, como sabéis, queridos amigos, son muchas. Cada uno de vosotros ha sufrido mucho en un momento u otro, o tal vez en muchas ocasiones dentro del esquema de vuestra vida. Quizás a menudo os ha parecido que hay una gran cantidad de sufrimiento, y ¿por qué debería haber más sufrimiento? ¿Por qué deberíais tener que soportar una vez más lo que ya creíais terminado?
Cuando estos patrones se mueven por la espiral infinita que es vuestra encarnación, dentro y a través y más allá de la ilusión de tercera densidad, podéis estar seguros, queridos amigos, que habéis encontrado un patrón establecido con anterioridad a la encarnación y que este patrón lleva dentro de sí la oportunidad de que seáis más de lo que pensabais que erais; para mostrar aquellas cualidades que no estabais seguros de tener; para encontrar el amor donde no parece haberlo; para encontrar armonía donde hay discordia; para poder sanar aquellas heridas que son profundas; para aclarar la comunicación que ha sido reprimida, silenciada y distorsionada. Sí, queridos amigos, es muy recomendable el aprendizaje por medio de la experiencia traumática de afrontar esa experiencia, diríamos coloquialmente, de frente —no huyendo de ella en absoluto, ni tratando de evitarla en absoluto— dándole la bienvenida como un precioso tesoro del que seréis capaces de aprender, y que, como podríais decir, florecerá como la semilla que se abre resquebrajándose con cierta violencia por la expansión de su propia naturaleza interna, pero que trae consigo esa flor de gran belleza, de dulce olor, que da placer a la vista, propósito a la mente, y un medio por el cual uno pueda ver que crecer es posible aún en las circunstancias más difíciles.
Sin embargo, queridos amigos, este no es el único camino para el crecimiento, y no es el único medio por el que podáis acercaros a una situación que parezca de inmensa dificultad.
En este momento vamos a transferir este contacto al conocido como Steve. Somos aquellos de Q’uo.
(Steve canalizando)
Soy Q’uo y estoy con este instrumento. Os saludamos en el amor y en la luz del Único Creador Infinito en un día que tiene un significado especial para aquellos de esta parte del país , y en una época del año en la que se produce por todo el campo un renacimiento de todas las fuerzas de la vida, hallando nuevas formas de expresar los antiguos caminos del Creador Infinito.
Nos gustaría, en este momento, que os fijéis acerca del tipo de experiencia que actualmente disfrutáis, que es aquella que instaura una oportunidad; es una ocasión para involucrarse en actividades creativas que permiten a los complejos mente, cuerpo y espíritu como vosotros re-crearse y acceder a la gran aventura que es la creación misma. Esto implica realizar acciones de un modo activo, y el actuar es de carácter esencial para el tipo de experiencia que ahora disfrutáis, y en ese sentido puede observarse como algo distinto a la clase de experiencia que disfrutáis entre encarnaciones. Hemos expresado esta diferencia como la diferencia entre el espacio/tiempo y el tiempo/espacio. Y en el tiempo/espacio, que es la parte de vuestra experiencia a la que os sometéis cuando no estáis encarnados, se os da amplia oportunidad para reflexionar sobre lo que sois, en lo que os habéis convertido, y descubrir pistas acerca de lo que deseáis ser. Hay, en el tiempo/espacio, pocas limitaciones a estos procesos de contemplación y autoreflexión, pero también hay pocas oportunidades para la realización del plan, por así decirlo, o para las predisposiciones que están empezando a echar raíces en las profundidades de vuestro ser. Para que estos cambios tengan lugar, el espacio/tiempo, que es lo que experimentáis mientras os encontráis en el espacio encarnado, es un conjunto de situaciones útil para someteros a aquellas transformaciones que habéis aprendido a anhelar.
Ahora, como parte de la experiencia que ahora percibís, hay un tipo de programación en curso. Y esa programación, diríamos, tiene que ver sobre todo con el conjunto de limitaciones que os habéis planteado y que, al entrar en esta experiencia, se inician desde el momento en que nacéis para atraer cierto tipo de experiencia que después tendréis el honor y el deber de procesar. Os sugeriríamos que el tomar parte activamente en el catalizador, en la respuesta al catalizador, y en las circunstancias que os permitan cambiar los parámetros en los que el catalizador pueda recibirse, constituye una parte significativa de la naturaleza de la experiencia que disfrutáis mientras estáis encarnados. Así que os encomiamos a participar activamente con todo el mundo de tal modo que podáis transformar el mundo para mejor, incluso intentando transformar vuestra respuesta al mundo para mejor, y con ello transformaros a vosotros mismos y a esa pequeña porción del ser de otros que se ha unido a vuestra misma experiencia en esta vida.
Por lo tanto, en la medida en que esa transformación está en el orden del día, no se trata única y exclusivamente de una mera cuestión de aceptación del status quo, de la aceptación del catalizador tal como viene. Sin embargo, es inevitable que sea necesaria dicha aceptación, al menos en la medida en la que el catalizador que se os da es de hecho lo que afrontáis. Y observamos que una parte importante del fallo que se produce al procesar el catalizador se debe a que el catalizador se ha considerado inaccesible desde el principio, y así puede darse el caso de que uno se resista al catalizador que se le ofrece y esto, podríamos decir, es un catalizador que ha salido mal. Y sin embargo, uno podría, y haría bien en hacerlo, como dice el poeta, “tomar las armas contra un mar de adversidades y haciéndoles frente, ponerles fin.” Porque os podemos asegurar que la característica principal del catalizador tal como se da no es simplemente sufrir, sino más bien implicarse en el, de modo que el sufrimiento sea, en la medida que sea necesario, visto no como parte del propósito del catalizador, sino como algo derivado del difícil proceso de autotransformación que el catalizador está ahí para facilitar. El sentido de destino que surge cuando se empieza a reconocer una especie de patrón en el catalizador que experimentáis es una señal de los avances que se estáis empezando a realizar al aprender que hay un propósito oculto grabado dentro de la naturaleza misma del catalizador que se recibe. Y este propósito puede, cuando reflexionáis sobre ello en estado de meditación, ser una pista de cómo poder procesar el catalizador con éxito y cómo ese catalizador puede encontrar un camino hacia futuros catalizadores que mantengan vuestro crecimiento en la trayectoria deseada.
Cuanto más seáis capaces de descubrir dentro incluso de aquellas situaciones que acarrean dificultades, incluso aquellas situaciones que tienden a provocaros rechazo —sentimientos de sentiros dolidos, sentimientos de ira, sentimientos de odio— incluso éstas que mencionamos, pueden sugerir, si se les permite desarrollarse en un sentido más profundo del amor que se alcanza mediante la aceptación, que el catalizador que se ha ofrecido está de hecho cumpliendo bien su cometido. Desearíamos deciros que el catalizador al que se le permite hacer su papel de tal manera que os inspire a responder es un catalizador que se ha recibido correctamente, y para el que no debéis menospreciar vuestra inspiración en la respuesta que os llegó en relación con vuestro catalizador, que a menudo puede adoptar la forma de búsqueda para mejorar las circunstancias de vuestra vida, búsqueda para mejorar las circunstancias de la vida de los que os rodean, y búsqueda para mejorar las condiciones del complejo social del que formáis parte. Todas esas actividades que reflejan la inspiración para mejorar, la inspiración para expresar amor, la inspiración para tomar la determinación de sanar— todas ellas son indicios de un uso bueno y adecuado de catalizador.
Ahora bien, es cierto que el catalizador viene muy a menudo en formas que son duras. Es cierto que el catalizador viene muy a menudo en formas que no sugieren de inmediato un camino a seguir, y que a todo el mundo le parezca como si simplemente fuese algo ante lo que no puede hacerse nada, ante lo que no hay otra cosa que hacer más que aceptar lo que viene dado y sufrir por ello. Y no vamos a negar que hay días y más días que tendrán este aspecto en los que la Creación mostrará una cara sombría al buscador, y que el buscador intrépido no puede sino poner un pie delante del otro, un laborioso día tras otro en la fe silenciosa de que al final de este día —y si no es este día entonces será el siguiente, o el próximo— llegará un momento en el que el sol volverá a brillar, en el que las aves volverán a cantar, en el que el corazón de nuevo saltará de alegría. Entretanto, allí queda el recuerdo de estas experiencias; allí queda una resolución que ha tomado forma lentamente, que permitirá que este recuerdo, esta alegría inextinguible, esta ineludible aspiración, tenga lugar, incluso en aquellas experiencias que muestran al catalizador en su forma más dura, en su forma más difícil, en su forma más perturbadora.
Si os sentís confusos, también eso es algo sobre lo que podéis reflexionar, y tan seguro como que el día sigue a la noche, existe un significado oculto incluso en los tipos de experiencia más dispersos y confusos. Podríais reflexionar acerca de los elementos en juego dentro de la confusión y podríais preguntaros cómo os hace sentir cada elemento individual, cómo se siente cada elemento individual en relación a otros elementos individuales, y cómo sentís la totalidad de la experiencia que experimentáis como confusión. E incluso la confusión, si es ese el sentimiento que os queda, tiene en sí misma una especie de unidad, tiene en si misma una especie de inteligibilidad. Porque es, después de todo, esta confusión y no otra; es, después de todo, este dolor y no otro.
¿Porqué este dolor, es posible que os preguntéis? ¿Porqué esta situación, en la que me siento excluido de mi zona de confort, para ser arrojado a un mundo que se muestra poco acogedor, a encarar a otros rostros que me miran con hostilidad o juzgándome o decepcionados en sus expectativas? Y yo, que aparentemente cuento con pocos recursos a mano quisiera responder de la manera apropiada, y eso sin tener ni idea de dónde se halla lo apropiado. Incluso esta situación tiene su integridad. Incluso una situación como esta es portadora de un mensaje secreto. Una situación como esta es un catalizador en su forma más cruda y exige una respuesta. Uno no puede quedarse quieto simplemente a la vista de catalizador, sino que hay que abordarlo de algún modo de forma activa. Es este catalizador sobre el que uno debe decidir, o es ese catalizador sobre el que uno decide. Tiene este significado para mi vida de ahora en adelante; tiene ese significado para el servicio que yo pueda ofrecer. Este es un proceso activo—es un proceso para recibir, interpretar y aceptar lo que se da, pero si se hace de forma activa. Haciéndolo de tal manera que solo así uno sienta que interviene, que solo así uno sienta que gestiona el proceso de transformación que está experimentando.
Y así hay, de hecho, una diferencia entre la aceptación y la auto-activación en relación con el catalizador. Sin embargo, os sugerimos que son las dos caras de un mismo proceso, y ese proceso es el mismo proceso que lleváis a cabo al encarnar. Habéis encarnado para avanzar y habéis encarnado para participar en la consecución de ese proceso. Cuanto más conscientemente seáis capaces de tomar parte en vuestra relación con vuestro catalizador, tanto más ese catalizador comenzará a resonar con los armónicos internos de vuestro ser, y por lo tanto más os convertiréis en los autores de vuestro propio catalizador. Pero el catalizador es algo sutil, queridos amigos, más sutil que un suave aroma en una brisa de verano. Ahora lo veis, ahora lo sentís, ahora percibís su olor, y ahora no. Y sucede de tal modo que justo cuando pensáis que sois los dueños de ese catalizador que poseéis para procesarlo, os encontráis una vez más que no está; que una vez más os ha dejado desprovistos de vuestro sentido de autoridad, privados de la sensación de tener vuestra situación bajo control, privados de vuestro propio sentido de lo que sois. Y allí os halláis de nuevo, enfrentándoos en ese momento al misterio de la Creación, pero lo estáis haciendo en posesión del don más grande que la Creación puede ofrecer, que es el regalo de vuestra capacidad de formar parte de su auto-transformación, de su hecho creativo. Y si dais paso a esa creatividad en el proceso de activación de vuestros propios recursos interiores, seréis lo más parecido al catalizador que posiblemente podáis llegar a ser. Y así vemos que esto es una paradoja que tiene un desenlace. Esta es la paradoja del catalizador que parece venir desde el exterior, pero de una manera tal que resuena con algo dentro. Tiene, como decimos, un desenlace, pero se trata de un desenlace que de vez en cuando queda de nuevo sin resolverse y se os presenta en forma de paradoja.
Esa es la naturaleza del catalizador, queridos amigos, y es una parte muy significativa del motivo por el que habéis encarnado: para someteros al catalizador del modo más intenso posible y para hallar, como parte de vuestros recursos internos para hacer frente a este catalizador, una diminuta fracción de vuestro ser —y una fracción distorsionada por ello— de tal modo que aquello en lo que estáis trabajando en cualquier momento dado en el tiempo, es algo que vuestro propio ser ha determinado que tal vez no está equilibrado del todo. Y si bien puede parecer que estáis excesivamente volcados en vuestra reacción a los acontecimientos individuales que catalizan vuestra respuesta, esto también proporciona información significativa cuando sois capaces de dar un paso atrás y reflexionar sobre ello y comenzar un proceso de asimilación tanto del evento como de vuestra respuesta a ese evento dentro del significado de la totalidad de vuestra experiencia vital. Esa totalidad de la experiencia vital es algo que podéis situar en el estado de meditación, en el cual os situáis cuando os reunís con otros en eventos como este y se entremezclan vuestros estados de meditación de tal manera que se ofrece catalizador de curación para todos los aquí presentes. Vosotros nos ofrecéis un catalizador similar, aunque puede que no os deis cuenta, y nos ofrecéis un gran regalo cuando nos invitáis a participar en esta meditación, en esta práctica de búsqueda en grupo, ya que cataliza nuestro crecimiento tanto como el vuestro. Os estamos muy agradecidos, queridos amigos.
Somos aquellos de Q’uo, y nos gustaría en este momento salir de este instrumento en el amor y en la luz del Único Creador Infinito y volver al conocido como Jim para preguntaros si tenéis alguna duda en mente. Soy Q’uo. Adonai, Adonai, Adonai.
(Jim canalizando)
Soy Q’uo y estoy una vez más con este instrumento. Estamos encantados de poder ofrecernos para intentar hablar sobre cualquier consulta adicional que los aquí presentes tengan para nosotros. ¿Hay alguna pregunta en este momento?
Gary
Q’uo, Todd pregunta: “Cuando nuestros seres queridos han fallecido, ¿les resulta posible escuchar nuestros pensamientos y percibir nuestros sentimientos hacia ellos? Por ejemplo, si al visitar la tumba de un abuelo, o padre, y concentrar nuestros pensamientos y sentimientos hacia ellos, si entonces “hablamos” con ellos mentalmente, ¿hay alguna posibilidad de que puedan recibir nuestros mensajes de amor?”
Q'uo
Soy Q’uo y estoy al tanto de tu pregunta, querido hermano. De hecho esto es así, de tal modo que los que han hecho su transición desde la ilusión de tercera densidad al mundo del espíritu permanecen en contacto con aquellos que han dejado atrás en aquellas ocasiones en las que, como has dicho, haya una inquietud, una preocupación, un sentimiento de amor deseando ser comunicado, o algo similar, debido a sus lazos con entidades de su propia naturaleza, no sólo dentro del mundo de la ilusión de tercera densidad, sino dentro del mundo del espíritu, donde también hay familias y grupos de entidades que avanzan juntas en armonía, aprendiendo las lecciones propias de la densidad en la que se tomó la decisión de servir a los demás o uno mismo. Si uno está interesado en efectuar tal contacto, simplemente el hablar con el corazón, tal vez en un lugar familiar para ambos, o significativo para ambos, sea un buen método mediante el cual establecer este contacto.
¿Hay alguna otra pregunta, querido hermano?
Gary
George pregunta: “¿Puede comentar sobre el tema de la adicción a la pornografía? Es un problema con el que lidiamos yo y muchos otros de mi generación.
Q'uo
Soy Q’uo y estoy al tanto de tu pregunta, querido hermano. Dentro de vuestra sociedad hay lo que podría llamarse una gran cantidad de mensajes contradictorios en relación a este nivel muy básico de la experiencia. El centro de energía del rayo rojo es aquel que concierne tanto a la supervivencia de la entidad como a las actividades sexuales de la entidad —la procreación y la crianza de los jóvenes, digamos. En vuestra cultura, las actividades sexuales también se utilizan con mucha frecuencia en el mundo de la publicidad, que trata de vender el producto que sea mediante la exhibición y la práctica de actividades sexuales. Las entidades que están al tanto de este tipo de experiencias, al cumplir el programa de los padres, por así decirlo, en el que la actividad de naturaleza sexual se evita, se desmotiva, se ignora, ya que lleva aparejado un cierto estigma por así decirlo, a menudo hace que aquellos que tienen una natural curiosidad vean distorsionado su propio punto de vista acerca de esta actividad. Para tener la oportunidad de trabajar con esta distorsión recomendaríamos el estado de meditación y también, por así decirlo, la obtención de información de carácter sano de aquellas fuentes que proporcionan dicha información, ya que hay muchos dentro de vuestra cultura que tienen un enfoque muy sano de tales actividades y que los han divulgado en forma de vídeos, en forma de libros, en forma de conferencias. Sugerimos información para la mente, e información para el corazón y el alma acerca de la naturaleza sana de estas actividades, para que no haya necesidad de dedicarse a la visualización secreta de representaciones sórdidas de estas mismas experiencias, tan sanas y necesarias.
¿Hay una consulta más, querido hermano?
Gary
Por mí no, gracias Q’uo.
Q'uo
Soy Quo. ¿Hay alguna otra consulta hoy de cualquier persona dentro de este círculo de búsqueda?
[Larga pausa]
Soy Q’uo y nos gustaría ofrecer de nuevo la posibilidad de una consulta final en este momento.
C
Tengo una pregunta. Varias de las personas con las que trabajo están catalogados en nuestra cultura como “personalidades antisociales”, se las llaman “sociópatas”, y a menudo se las considera como carentes de conciencia y que no hay mucho que hacer con ellas en lo que a su rehabilitación y hacerlas miembros productivos de nuestra sociedad se refiere. Y me pregunto si podría comentar acerca de esta clasificación de las personas, y si ello refleja algún principio espiritual, si se trata de personas de servicio al yo, o cualquier otra cosa.
Q'uo
Soy Q’uo y estoy al tanto de tu pregunta, querida hermana. Para la situación que expones es bastante difícil dar una respuesta en el sentido de que pudiese aportar claridad a una situación que es muy confusa dentro del complejo mente/cuerpo/espíritu de esa entidad a la que describes como sociópata. Somos conscientes de que hay entidades que mantienen esta separación del yo de todos los que le rodean en el sentido de la entidad orientada negativamente, y en muchos casos esta es la situación de una entidad tan sociopática. Existe el deseo de dominación y control sobre los que le rodean. Sin embargo, encontramos que en la mayoría de los casos hay, por así decirlo, una configuración mental que se construyó con el fin de ofrecer a la entidad cierta oportunidad de lidiar con las reacciones de aquellos de su entorno, en el sentido de que podría estar, digamos, afianzado por un temperamento fuerte para el que es necesario la disciplina, la aceptación de ciertos límites, y la expresión de uno mismo de tal manera que no infrinja el libre albedrío de los demás. La dificultad con una entidad de ese tipo es, digamos, el que respete estos requisitos para su propio tratamiento, como podríais llamarlo.
Vemos que muy a menudo resulta de ayuda para una entidad como esa el tener una relación con otra entidad que tenga carácter de vínculo, de una naturaleza tal que dichas entidades por lo general no son capaces de experimentar en los primeros años, o incluso a lo largo del todo encarnación. La capacidad de mostrarse a sí mismo plenamente a otro en representación honesta de las emociones, los pensamientos y los deseos, es lo que a menudo resulta útil a tal entidad. Y sin embargo, cuando esta entidad se encuentra en la situación en la que otro yo se acerca a ella de esta manera, sin la capacidad de respetar la necesidad previa de límites, de claridad, y así sucesivamente, nos encontramos con que muchas veces la entidad descrita como un sociópata toma ventaja de la situación y expresa aún más su propia naturaleza sociopática sobre aquel que busca servirle. Así nos encontramos con que la entidad que manifiesta estas características es a menudo vigilada por lo general, diríamos, acorralada o apartada de los demás de tal modo que deba estar en una institución y experimentar el tratamiento del yo permaneciendo tan confinada que deba o bien ser capaz de re-definirse, o permanecer dentro de los estrechos límites de la ubicación institucional. Sentimos el no ser capaz de ofrecer ejemplos más concretos de cómo una entidad de este tipo puede ser abordada de una manera amorosa, pero hay entidades que programan dichas experiencias con la finalidad de observar la forma en la que puedan existir sin la cualidad de lo que vosotros llamaríais amor, y cómo serían capaces de traer otras cualidades dentro de sí mismas que tal vez pudieran compensarles de algún modo [al] ofrecerles un sucedáneo.
¿Hay alguna otra consulta, querida hermana, sobre este tema?
C
No, eso es muy, muy útil. Muchas gracias.
Q'uo
Somos aquellos de Q’uo y te estamos muy agradecidos también, querida hermana. Vamos a ofrecer una consulta final-final a quienes puedan ser renuentes a consultar.
Steve
Gracias Q’uo, gracias.
Q'uo
Somos aquellos de Q’uo y os estamos muy agradecidos a cada uno de vosotros queridos amigos. Como mencionamos al comienzo de este encuentro, solamente somos capaces de ofrecer nuestros servicios porque nos invitás a hacerlo. Sin vuestra invitación, no tendríamos presencia dentro de este círculo de búsqueda y no tendríamos la oportunidad de servir al Único Creador. Somos conscientes de que cada uno dentro del círculo tiene un gran número de preocupaciones que afligen a la mente, quizás afligen también al corazón. Os recordamos a cada uno de vosotros que sois mucho más de lo que creéis ser, que cuando invoquéis al Espíritu Santo, al Único Creador, a la entidad conocida como el Hijo, Jesús el Cristo, cualquiera que sea vuestra preferencia, hay ayuda disponible, que se puede dar sustento dentro de vuestro estado de meditación, dentro de vuestro estado contemplativo, dentro de vuestro estado en espíritu de oración. Solicitad esta asistencia; Pedid y recibiréis. Una vez más, os damos las gracias, queridos amigos. Se nos conoce como aquellos de Q’uo. En este momento vamos a despedirnos de este instrumento y de este grupo, dejándoos a todos como os hemos encontrado, en el amor y en la luz, pues en verdad no hay nada más que amor y luz, queridos amigos. Somos aquellos de Q’uo, Adonai, Adonai vasu borragus.